El convenio aprobado por el juzgado fija la quita del 50 % de la deuda con Portos, el principal acreedor del pósito, y un plan de viabilidad y pagos
25 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Seis meses después de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña lo aprobara, la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Carmen de Cariño ha salido del concurso de acreedores. El tribunal ha aprobado el convenio que libra al pósito de la quiebra, al establecer una quita del 50 % de la deuda, dos años de carencia y otros diez para poder saldar las obligaciones pendientes. El acuerdo incluye un plan de pagos y otro de viabilidad, «con medidas encaminadas a reducir los gastos de explotación y elevar los ingresos de la entidad, para sanear sus cuentas en poco más de una década», como explican los letrados de la oficina Auren, de A Coruña, que han representado a la cofradía en este proceso.
«Para nosotros supone una tranquilidad y volver a empezar, a ver si salimos a flote; este parón nos ha perjudicado porque ahora tenemos que volver a convencer a la gente de que vuelva a vender aquí», aseguró el patrón mayor, Juan Carlos Pardo Galdo, tras conocer la resolución judicial. Cuando la actual directiva se hizo cargo del pósito, en el verano del 2014, la deuda rondaba los 800.000 euros, más de la mitad (unos 440.000) con Portos de Galicia. La «asfixiante» situación económica, imposible de remontar pese a la implicación del sector, que volvió a comercializar sus capturas en la rula local, y la falta de apoyo por parte de la Consellería de Mar, que denunció en su día el presidente, abocaba a la entidad a la liquidación, un peligro «real».
«La mayor complicación ha sido lograr que una corporación de derecho público entrara en concurso de acreedores, algo que ya de por sí chirría porque la cofradía tiene que seguir funcionando normalmente, con un sistema de pagos e ingresos autorizado por la administración concursal. «Es algo pionero y además se logró en vía de recurso», subrayan los abogados, Juan Rojo de Castro y Jaime Fernández Obanza.
El acuerdo con el principal acreedor, Portos de Galicia, ha resultado clave, al minorarse la deuda de 440.000 a 220.000 euros. Los representantes legales constatan «la gravedad extrema» de la situación y reconocen «el esfuerzo y la generosidad de la Xunta, en concreto Portos, por la incorporación de su crédito, en la parte ordinaria y también en la privilegiada». «Sin duda -sostienen-, si las demás administraciones públicas tomaran ejemplo de este convenio, no habría tantas liquidaciones de compañías y se ayudaría al tejido empresarial, sobre todo a las pymes, a subsistir (...). Además de cumplir con los mandatos de Bruselas y del FMI sobre el crédito público, que aconsejan entrar a negociar». La deuda global del pósito de Cariño se ha reducido en más de 300.000 euros. Las conversaciones con el resto de acreedores, como Gas Natural Fenosa, los trabajadores (con salarios pendientes) y pequeños proveedores locales, continuarán ahora.
Los responsables
El proceso entra en «fase de calificación, para determinar si el concurso se califica como fortuito o culpable», indican los letrados. Se trata de ver «de quién es la responsabilidad de que se llegara a esto», apunta el patrón mayor, que convocará a la flota a una reunión de la junta general «para que los abogados les expliquen, porque queremos que se sepan quiénes fueron los causantes». La sentencia permite al pósito volver a operar con normalidad.