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El PPdeG pide un estudio antes de alterar el reparto del cerco

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Álvaro Ballesteros

Votó en contra de reclamar una cuota por tripulante y de pedir el descanso semanal para los lusos

19 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El PPdeG empleó ayer para el cerco el mismo argumento que en otras ocasiones usó para justificar su rechazo a reforzar las medidas para que la conserva no pueda emplear Galicia en la etiqueta si el mejillón de dentro no es gallego. «A ver si para que gañen algúns perde o cerco galego no seu conxunto». La frase que dijo José Manuel Balseiro es del estilo a la que en su día pronunció la popular Rosa Oubiña que, para eludir posicionarse del lado del Mexillón de Galicia: llamó a no cometer «o erro de que para salvar a uns, se mate aos outros». En ambos casos se trataban iniciativas de AGE. Y en sendas ocasiones fueron rechazadas en el seno de la Comisión de Pesca.

En el caso del cerco, Balseiro presentó una enmienda en el sentido de que, antes de pedir a Madrid el cambio de reparto actual, basado primordialmente en históricos, por otro de corte más socioeconómico, como puede ser el número de tripulantes, se abordase un estudio para determinar que con la modificación no se está perjudicando a la flota que se opone al cambio de modelo.

Ni que decir tiene que a la petición del PPdeG le llovieron críticas por todos los bandos. La primera del ponente de la moción, Juan Fajardo, que reprochó a Balseiro, que tanto pone por delante lo del grupo mayoritario, obvie esa mayoría cuando se trata del sector pesquero, y que no es de recibo que cuando 120 barcos llevan denunciando el reparto, se pida un estudio «que xa debería estar feito cando se negociou ese reparto». Claro que, según la teoría de Fajardo, la intención del PPdeG es «cambiar o modelo pesqueiro, suprimir a mariscadores e mariñeiros e deixar o litoral galego para as multinacionais de acuicultura».

Urgencia del cambio

Teorías de la conspiración aparte, tanto el Bloque como el PSdeG coincidieron con Fajardo en la urgencia de cambiar un reparto que solo satisface a 30 armadores. Rodas, del BNG, llegó incluso a pedir la expulsión de la conselleira, Rosa Quintana, que en lugar de atender lo que ya no es una mayoría del cerco, sino una mayoría social, «bota gasolina ao lume difundindo sen dar probas» que algunos barcos de Acerga multiplicaron por diez los ingresos del 2012.

Val, del PSdeG, por su parte, defendió el cambio de modelo, a pesar de que, como reveló en la Comisión de Pesca, su padre «está enrolado nun cerqueiro que fai xestión individual» y aseguró hablar con conocimiento de causa al sostener que lo que defienden estos barcos es la comodidad de desplazarse al País Vasco en las costeras y, cuando se acaba la temporada, tener la garantía de que aquí tendrán su cuota.