Anuncia protestas si no puede comercializar lo que extrae con la centolla
14 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Aún está viva la protesta del cerco y ya se está larvando otra por parte de las artes menores a cuenta de las cuotas de pesca. En este caso, las de la raya. La flota de bajura, a través de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, ha decidido hacer público su malestar, decepción e indignación por tener que tirar la raya que capturan con la centolla, dado que en junio pasado se agotó el cupo de la especie -desde entonces está cerrada la pesquería- y, según Madrid, tampoco quedan toneladas del 10 % que se adelantó con cargo a la cuota del 2016.
Por partes. A finales de junio, la Secretaría General de Pesca decretó el cierre de la pesquería de raya tras deducir de la cuota de este año la sobrepesca de esta especie en el 2014. Ya de aquella la bajura montó en cólera, pues sostiene que no han podido ser las embarcaciones de artes menores, que no hacen una pesca dirigida a la raya, las que hayan consumido las más de mil toneladas que había de cuota para todo el Cantábrico. Pero aplacados los ánimos decidieron pedir un 10 % de adelanto del cupo del 2016 para consumirlo en el último trimestre del año. Y es que la raya, como la centolla, se pesca con miños, además de con raeiras, y, de hecho, es inevitable que con el crustáceo entren ejemplares de raya. Es por eso que se pretendía que la pesquería de la especie se reabriese con ese adelanto de cuota justo cuando comenzase la campaña de la centolla.
Pero no parece que vaya a ser posible reanudar la captura de raya en lo que queda de año. Las cofradías tenían entendido que del adelanto del 10 % aún quedaba por consumir un 2 %, «suficiente para cubrir la pesca accidental de las artes menores en los dos últimos meses». De hecho, hasta habían planteado la necesidad de fijar un máximo de capturas de 40 kilos por barco y día. Sin embargo, cuál no fue su sorpresa cuando desde Madrid les comunicaron que no quedaba cuota de raya disponible al haberse aplicado una sanción de 325 toneladas para pagar la sobrepesca de años anteriores, por lo que el cupo adaptado de este año ya está sobrepasado.
Pérdidas significativas
Así las cosas, la campaña de la centolla arrancó el día 8 en la costa comprendida entre el cabo de Corrubedo y A Guarda y la raya todavía no se puede pescar, con lo que la flota no puede retener a bordo esta captura accesoria y se ve obligada a devolverla al mar moribunda, perdiendo «significativos ingresos económicos dado su importante valor comercial», señala la federación provincial en un comunicado.
Tras la comunicación de la Secretaría General de Pesca, las cofradías lanzaron un SOS a la Consellería do Mar, pero desde la Administración gallega reafirmaron la imposibilidad de reabrir la pesquería de raya a no ser que fructifiquen las negociaciones con Portugal para conseguir cupo de la especie, de lo que informarían en caso de haber novedades. No han llegado y ya llevan una semana tirando raya al mar. O les proporciona una solución o emprenderán medidas de protesta.
En medio, otra reivindicación: que las capturas incidentales de la bajura no computen en el sistema de cuotas.