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El cerco da portazo al Gobierno e insiste en que se anule el reparto

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Álvaro Ballesteros

La Administración critica la «intransigencia» de un sector no mayoritario

07 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que parecía que iba a ser una tregua en toda regla dentro del conflicto que mantiene parte de la flota de cerco gallego con la Administración, o al menos una aproximación amistosa, acabó como el rosario de la aurora, con decepción en un bando y no menos frustración en el otro.

Que la directiva de Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia) recibiese a mediodía de ayer una convocatoria urgente para un encuentro en Santiago con el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, infundió confianza en una posible solución. Pero la Administración se sentó a la mesa con la misma oferta a la que Acerga ya había dicho por escrito que no: el intercambio de las 500 toneladas de xarda que le quedan por capturar a la flota por otras tantas de jurel -250 para el Cantábrico Noroeste (VIIIc) y otras 250 para el sur de Fisterra (IXa)-, la repertura de la pesquería a partir del lunes, y el compromiso por escrito de que al finalizar la campaña se analizará y revisará el actual reparto de posibilidades de pesca.

La respuesta volvió a ser no. La flota integrada en Acerga no pasa por otra cosa que no sea o la anulación de la distribución actual y su sustitución por otra «xusta para todos» o, en su defecto, «que a consellería poña en marcha as negociacións para que Galicia xestione toda xunta a súa cota», explicó Andrés García, representante de Acerga.

«Postura intransigente»

El secretario general de Pesca, Andrés Hermida, admitió ayer su «decepción» por el portazo de la flota. Retiró la propuesta tras la negativa y criticó a Acerga por su intransigencia: «No es de recibo que una parte, cierto que importante, pero que no es mayoritaria, exija que se rompa un acuerdo que costó mucho tiempo hacer y al que se llegó por consenso», dijo. Hermida añadió que «para poder pensar en cualquier tipo de modificación habrá que hablar con todo el mundo» y la propuesta que surja tiene que ser de todas las partes, no solamente de una que, además, insistió, no es mayoritaria. Así, recordó que la flota de cerco del Cantábrico Noroeste está integrada por 260 barcos, de los que 112 están adscritos a Acerga; además, de 148 embarcaciones, 42 no están en esa agrupación y, según la conselleira de Mar, «están traballando» con normalidad.

Aunque a la directiva de Acerga no le salen las cuentas -suman 120 entre sus filas y 34 fuera de ellas-, lo cierto es que «teñen máis de cen armadores e 1.200 familias cun problema serio por falla de cota e o deber do Goberno é mirar por todos os seus administrados, do primeiro ao último», remarcó Andrés García.

Compromiso de revisión

También Rosa Quintana dejó patente su decepción. Recordó que en junio pidió un adelanto del 10 % de la cuota del año que viene y se le consiguió; que ahora se le ponen a su disposición 500 toneladas de jurel más; que tienen el compromiso por escrito de que al final de la campaña se revisará el plan de gestión... «E todo iso non é suficiente».

Quintana dejó abierto un resquicio de la puerta: «Se hai que volverse a sentar e reunir a todas as partes do sector, se fará». Ahora bien, dejó claro que ya había tratado de convencer a todos para gestionar la cuota conjuntamente y no fue posible. «Cada un é moi libre de decidir como quere xestionar o seu e con imposicións, non se vai a ningún sitio».

El cerco, por lo de pronto, irá el lunes a exponer sus lamentos en Bruselas, a los eurodiputados y al mismísimo comisario de Pesca, Karmenu Vella. Ayer lo hizo ante la Valedora do Pobo, que los animó a presentar un escrito de queja.