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¿Por qué protesta el cerco? La falta de cuotas reabre otra guerra

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

SANDRA ALONSO

Armadores de 120 barcos gallegos llevan doce días acampados frente a la Xunta en demanda de un «reparto xusto» que les permita vivir de la que es la especie principal para el cerco

01 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el ahora presidente de Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia), José Blanco, estaba de segundo de la Cofradía de Portosín se hartó de denunciar que en el mar se seguía pescando con dinamita. Como ni en Galicia ni en Madrid les hacían caso, el equipo decidió trasladar a Bruselas las denuncias que aquí caían en saco roto. «Bruxelas mandou investigar e ¡mira como saíu a dinamita do mar!». Si entonces les salió bien la jugada, ¿por qué no en esta ocasión? A las instituciones comunitarias fían ahora los cerqueros gallegos la solución a su problema, una acuciante falta de cuotas que hace imposible que sea rentable salir al mar. Llevan 12 días acampados frente a San Caetano mientras buscan a quien les pueda abrir la puerta en Bruselas.

¿Por qué está amarrado el cerco gallego?

«Por un reparto de cotas que nos prexudica gravemente». Así sustancia Andrés García, representante de Acerga, un problema con muchas aristas que tuvo una primera manifestación cuando se repartió la xarda (caballa) entre comunidades autónomas y que ahora se reproduce al quedarse parte del cerco sin cuota de jurel para pescar tanto en el Cantábrico (zona VIIIc) como en la costa atlántica de Galicia (IXa). El cupo para la primera zona se agotó en septiembre y el 16 de octubre se cerró la IXa. Podrían salir a la xarda (para la que aún tienen posibilidades de pesca), sardina (pueden capturar 6.000 kilos por semana) o cabalón, especie para la que no hay límite. Pero los armadores aseguran que eso no es suficiente para hacer rentable un barco, toda vez que, explican, el jurel supone el 80 % de los ingresos del cerco.

¿Están todos los barcos cerqueros de Galicia amarrados?

No. Lo están 120 de 146 embarcaciones pesqueras de ese segmento de flota que tienen su base en los puertos de Galicia. Son los adscritos a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia, que han unido sus posibilidades de pesca para gestionarlas conjuntamente. El resto de los buques no asociados a Acerga han decidido administrar por su cuenta la cuota individual de pesca que le ha otorgado el Ministerio de Agricultura.

¿Quién reparte las cuotas de pesca?

La cantidad total que se puede pescar en las aguas comunitarias -esto es, el TAC (total admisible de capturas)- la deciden cada diciembre en Bruselas los ministros de los Veintiocho. Este año, a España le correspondieron 12.159 toneladas de jurel en la zona VIIIc y 15.394 en la IXa, junto con 8.855 en la VIIIb (golfo de Vizcaya y otras áreas de Gran Sol). Ahora bien, ya dentro del Estado, el Ministerio de Agricultura decidió en el 2012 repartir determinadas especies, como la xarda y el jurel -pero también la merluza, el rape, el lirio, el gallo y la cigala- entre los distintos segmentos de flota: arrastre, cerco y otras artes distintas de esas dos. Y ya dentro de cada modalidad de pesca, Agricultura asignó un cupo a cada comunidad autónoma y, dentro de cada una de ellas, a cada embarcación.

¿Cómo se fija la cantidad que corresponde a cada barco?

Si en el caso del arrastre y la volanta, por ejemplo, se empleó una distribución lineal (dividir las toneladas entre el número de barcos), en el caso del cerco -segmento en el que la disparidad de esloras, potencia y tripulación es mucho mayor- Agricultura, tras llegar a un acuerdo con el sector, decidió fijar la cantidad que correspondía a cada barco haciendo un cálculo de las capturas históricas de cada buque -lo que había pescado en el período 2002-2012- y las ponderó con el número de tripulantes y los GT (toneladas de arqueo de cada barco).

¿Por qué dice Acerga que es un reparto injusto?

Porque «beneficia aos que máis explotaron o mar». El que más pescó, más lleva, dicen. Además, al dar mayor preponderancia al criterio histórico (un 70 %), Galicia sale perjudicada, dado que, a diferencia de otras comunidades, durante 30 años tuvo un límite diario de capturas de jurel de xarda y de sardina, por lo que los cerqueros gallegos no pudieron pescar lo que quisieron, como sí han podido hacerlo los del País Vasco y Cantabria y los gallegos que se desplazaban allí a faenar. Desde Mar aducen que se trataba de un límite meramente comercial, para mantenimiento de los precios, pero «límite ao fin e ao cabo», señalan desde Acerga.

¿Cuánto de cada especie le corresponde a Galicia?

El cerco gallego dispone del 24,86 % de la cuota total de caballa. En cuanto al jurel, acapara el 38 % en la zona VIIIc (de Fisterra hasta el Bidasoa), el 97,64 % de la IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz) y un 12 % en la VIIIb (golfo de Vizcaya). Desde Acerga apuntan que no hubo problema con los porcentajes, e incluso las cantidades de jurel asignadas que llegaban para Galicia, «dentro de que a cota é escasa para todos», no levantaban rechazo. «Ata que se recibíu o detalle do reparto por barco -señala García-, que dispuña para algúns cantidades imposibles para facer rendible unha empresa». Desde Mar apuntan que todos los barcos estuvieron activos y que esa escasez puede deberse a que se dedicaran a otra especie y no sumaran históricos de jurel.

¿En todas las comunidades se gestiona la cuota igual?

No. Y ahí reside otra arista del conflicto. En el País Vasco cada barco sabe cuál es su cuota individual pero se realiza una gestión conjunta de los cupos de todos. En Cantabria hay apenas un par de embarcaciones que han decidido ir por libre. ¿Y en Galicia? Como a cada quien le vaya mejor. Hay casi una treintena de barcos que conocen exactamente su cupo y lo gestionan individualmente y hay otros 120 que saben cuánto les ha correspondido en el reparto pero han sumado su cuota a las de otros barcos y se la han entregado a Acerga para que la gestione. Aunque en la agrupación hay algunos buques que disponen de 100.000 kilos de jurel para todo el año, los hay que no llegan a 1.000 y muchos de 5.000 kilos al año. Es por eso que 73 embarcaciones de Acerga gestionan 1.400 toneladas de jurel en la zona VIIIc, casi idéntica cantidad a la que tienen asignada 28 barcos con base en Galicia que han optado por ir por libre (suman 1.500 toneladas).

¿Cómo se organizó Acerga para estirar la cuota?

Fijaron cupos por barco y semana para estirar al máximo los cupos. Empezaron con 6.000 kilos por semana en la zona VIIIc y 10.000 en la IXa y los fueron variando a medida que avanzaba el consumo. Según los últimos datos, los barcos de la asociación han superado las posibilidades de pesca en ambas zonas y consumido el 10 % del año próximo.

¿Se acabaría el problema si en Galicia se realizase una gestión conjunta?

La falta de cuota es generalizada. El cupo de jurel no es suficiente para todos, pero no hay duda de que esa unión «facilitaría as cousas, porque estaríamos todos pedindo máis cota». Sin embargo, el reparto «con enormes diferencias entre barcos, non fai máis que exacerbar as diferenzas e insolidaridades», señalan desde Acerga. Fuentes de Mar comparten que el escenario ideal sería el de la gestión conjunta de toda la flota, pero que no se puede imponer ni desde la Administración ni desde el sector.

¿Qué reclama Acerga para volver a faenar?

Un «reparto xusto». Que se otorgue a cada barco un cupo por tripulante. La junta directiva de la asociación acordó ayer exigir un compromiso por escrito conforme se cambiará el criterio. Cuando llegue volverán al trabajo. Mientras, seguirán las protestas y la acampada frente a San Caetano.

¿Qué dice la Administración?

Desde la Administración reprochan que el cerco rechace ahora los criterios históricos cuando se agarraron a ellos para arrancar parte de la cuota q se le había asignado al arrastre cuando se distribuyó la xarda y el jurel por segmentos de flota.