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Galicia, primera de Europa en tener una ley específica para acuicultura

e. abuín, m. cheda REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PACO RODRÍGUEZ

Pretende simplificar trámites y dar seguridad jurídica para relanzar el sector

02 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una ley «moi técnica», «densa», con más de 15 títulos para relanzar una actividad económica en la que Galicia, al igual que el resto de Europa, se estaba quedando rezagada. Con la bendición del Consello da Xunta, ayer comenzó la tramitación de la que será la primera Lei de Acuicultura de Galicia, pero también pionera en Europa. Es el primer paso para apuntalar un sector en el que la comunidad siempre fue por delante y cuyo liderato quiere seguir manteniendo. Y para eso, primero hay que despejar la pista de trabas burocráticas.

Zonas

Completa y exhaustiva. Regula todas las actividades acuícolas que se desarrollan en las diferentes zonas: la marítima, en la que se engloban las bateas de mejillón y ostra y las de salmón; la marítimo-terrestre, en la que se enmarcan los parques de cultivo como los de Carril; la parte litoral de la zona terrestre, donde los principales exponentes son las granjas de rodaballo y lenguado, y la parte interior de la zona terrestre, esto es, la acuicultura continental.

Agilización de trámites

Análisis previo de la idoneidad. Para agilizar y simplificar los trámites, la norma incorpora figuras previas a la presentación del proyecto. Según explicó ayer la conselleira de Mar, º, el empresario que quiera invertir en acuicultura lo primero que debe hacer es contactar con la Xunta para conocer si la obra es viable, si se va a poder desarrollar o si debe plantear modificaciones a su concepción inicial. Es lo que se llama la declaración de idoneidad si se trata de planes para la zona terrestre o informe de idoneidad si afecta a la marítimo-terrestre.

Silencio positivo

Tope de seis meses. Si la Administración estatal no contesta en un plazo límite de medio año a las solicitudes de prórroga de los permisos de actividad, Mar dará ese silencio por positivo y autorizará esa petición, eliminando así el riesgo que puede correr una empresa de perder la certificación de calidad.

Seguridad jurídica

Clarifica competencias. Para dar mayor seguridad jurídica a las empresas, la ley clarifica las competencias que tiene cada Administración. A Costas le corresponde otorgar las concesiones para ocupar el dominio público y Mar se ocupará de otorgar el permiso para ejercer la acuicultura. En línea con la Ley de Costas, las concesiones de acuicultura pasan a ser de 30 a 50 años.

Instalaciones

Zonas de interés preferente. Por supuesto, la ley regula las zonas aptas para la acuicultura y la creación de polígonos. Pero, además, otro aspecto novedoso y fundamental es que la Xunta podrá declarar zonas de interés preferente, en las que se empleará la acuicultura para poder desarrollar esas áreas y que podrán ser objeto de planes específicos, tipo el Plan Ferrol o el plan Impulsa Lugo.

Medioambiente

Respeto al paisaje. Para evitar reproches medioambientales a la acuicultura, la ley dedica capítulos especiales a la integración de las plantas en el paisaje e incluso obliga a tener en cuenta las consecuencias que puede tener para el cambio climático.

Responsabilidad Civil

Seguro obligatorio. Tanto para cubrir daños a terceros como por los que pueda provocar al medio.

La norma sienta las bases para que el marisqueo evolucione hacia actividad acuícola

De mariscador a acuicultor. Si hay una novedad en el texto legislativo que ayer resaltó la conselleira de Mar es que la ley regula la evolución del marisqueo hacia la acuicultura. «Hoxe as mariscadoras xa non son meras recolectoras do que o mar produce, senón que contribuíron coa súa labor a incrementar a produción nos bancos», dijo Rosa Quintana. Así que, con esta ley, se permitirá a los titulares de un pérmex (permiso de explotación) para trabajar en bancos naturales adecuar su actividad al ejercicio de la acuicultura. Este salto tendrá siempre carácter voluntario, nunca obligatorio, y se mantendrá la estructura colectiva; esto es, que las concesiones se otorgarán a entidades asociativas del sector, sean asociaciones, cofradías o cooperativas. Quintana recalcó y remarcó el término colectivo, pues nunca se podrán explotar «de xeito privado, senón que se manterá sempre o aspecto social que ten hoxe o marisqueo», subrayó en un intento de disipar cualquier suspicacia hacia la posible privatización del marisqueo.

Con el cambio, el marisqueo en autorizaciones administrativas pasará a denominarse acuicultura en parques de cultivo colectivo y contará con un régimen normativo específico. Según explicó Rosa Quintana, tendrán prioridad aquellas entidades que cuenten con un plan de explotación en vigor. ¿La finalidad? Tener más acceso a ayudas públicas.