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El pulpo se escabulle de las nasas

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Ana Garcia

Los naseiros gallegos afrontan una de las peores campañas que recuerdan; las capturas subastadas en lonja cayeron desde el 1 de julio un 43 %

24 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Invertebrado de sangre azul, tres corazones y de inteligencia extraordinaria entre los de su especie. Es el escurridizo pulpo, que este verano, desde que empezó la nueva temporada de capturas en Galicia, el 1 de julio, tras mes y medio de veda, se está haciendo desear. La campaña va mal, «hai moi pouco polbo, houbo anos moi malos antes, pero este é dos peores que recordo», según constata el patrón mayor de la cofradía pontevedresa de Bueu, José Manuel Rosas, uno de los pósitos gallegos más dependientes del cefalópodo.

Con los datos en la mano (procedentes del portal estadístico Pescadegalicia), efectivamente, las capturas subastadas en las lonjas gallegas entre el 1 de julio y el viernes pasado son un 43 % más bajas que las obtenidas en el mismo período del 2014: 291.410 kilos el año pasado, frente a 165.195 en la presente campaña. Mientras, la facturación por las ventas del cefalópodo bajó un 33 %: medio millón menos (pasó de 1,5 a 1 millón).

Rosas relata que los primeros días de la campaña fueron «respetables», pero que luego el recurso desapareció. El patrón mayor de Bueu desconoce el porqué de esa situación: «É un bicho pouco estudiado, cun comportamente extrano, que aparece ou desaparece dun día para outro».

Este invertebrado imprevisible ha desaparecido de toda la costa. «Se fose un problema so de aquí pois pensaríamos que algo fixéramos mal, pero non o hai de Asturias a Cádiz, así que o problema é gordo», aclara Rosas.

La falta de recurso está impactando de forma importante en el sector cefalopodero gallego. «Estamos supervivindo, unhas embarcacións saen unha ou dúas veces á semana, outras amarran, ou adícanse a outra cousa», subraya Rosas, quien asegura que conoce armadores que con 50 años se han visto obligados a vender su embarcación para irse fuera de España a trabajar en barcos de altura.

Menos embarcaciones

En el caso de Bueu, el año pasado se dedicaban a la pesca del pulpo 90 embarcaciones, que se han reducido en un 10 % en la presente campaña. Los naseiros de esta zona tienen de tope de capturas 30 kilos de pulpo al día por persona y día, más otros 30 por embarcación. Pero estos máximos no se alcanzan, «hai días que colles catro ou cinco polbos», aclara Rosas. En la comarca de Barbanza, otra de las zonas más dependientes de la campaña pulpeira, la escasez de recurso ha llevado a muchos naseiros a tirar la toalla para dedicarse a otras artes.

En el caso de Muros, por ejemplo, solo una embarcación continúa dedicada a esta pesquería. En Porto do Son, las escasas capturas han provocado que desde el pasado mes no se realicen ventas en la lonja porque los pocos barcos dedicados a esta actividad comercializan los kilos en Ribeira.

En las cofradías de la Costa da Morte la situación es idéntica. Allí, el arranque de la campaña también ha sido el peor que se recuerda y la mayor parte de los naseiros se están dedicando a otras actividades.

El sector no descarta que la campaña mejore a partir del otoño, pero ¿y si no lo hace? Se pregunta José Manuel Rosas.

Un «rescate para a baixura»

Para el patrón mayor de Bueu, ha llegado el momento de que la Administración se pare para realizar un «plan de rescate da baixura» y busque soluciones alternativas. Aclara que no se trata estrictamente de subvencionar al sector, «parece que todo se resolve con cartos e non é así, pero hai que ter un plan B para afrontar situacións como a actual, dispoñer dun fondo de reserva, ao mellor, para axudar a manter as unidades cando falte o recurso e non poidan traballar».

La veda no surtió efecto

Rosas, como el resto del sector, constata que el mes y medio de veda biológica, entre mediados de mayo y el 1 de julio, «non foi efectiva» para la recuperación del recurso y que quizá sea preciso ampliar ese período durante varios meses. Esto es lo que defienden naseiros de la Costa da Morte y de Muros, por ejemplo. El patrón mayor de Bueu también, pero «durante eses meses de paro hai que buscar alternativas para esas familias que se quedan coa boca aberta como un paxariño».

Así, Rosas es partidario de que la Xunta decrete un paro biológico del pulpo más prolongado pero que incluya ayudas para los profesionales. «Parece que sempre nos queixamos e queremos vivir subsidiados, non é así, pero tampouco quero esperar a morrer de fame», argumenta el patrón mayor de Bueu.

Con información de Ana Gerpe y Cristina Viu, de las delegaciones de Ribeira y Carballo.

La escasez del recurso hace subir el precio medio por encima de los 6 euros

Hay poco pulpo y, por tanto, va caro. Aunque esto es bueno para los naseiros. Rosas explica que el kilo de pulpo está alcanzando estas semanas en lonja entre seis y ocho euros, que califica como razonable. Recurriendo de nuevo al portal estadístico Pescadegalicia, se comprueba que el precio máximo alcanzado por el molusco cefalópodo entre el 1 de julio y el pasado viernes es algo más alto que el registrado durante el mismo período del año anterior. Así, esta temporada alcanzó los 10,30 euros de precio máximo, frente a los 10 del 2014. La cotización media también es más alta ahora: 6,22 euros el kilo, frente a los 5,23 registrado el verano pasado.