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Los patrones mayores de Cabo, Rianxo y A Pobra afirman que el furtivismo en sus bancos va a más

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

monica ferreiros

«Estamos infestados. Nas nosas praias, en cada marea hai grupos de dez ou doce persoas», asegura Miguel Iglesias

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los patrones mayores de Cabo de Cruz, Raquel Souto; Rianxo, Miguel Iglesias, y A Pobra, Juan Miguel Iglesias, aseguraron ayer que la tipificación del furtivismo como delito no ha tenido ningún efecto disuasorio, al menos en sus arenales. Manifestaron que la presencia de personas que extraen marisco de forma ilegal no solo no desciende, sino que va en aumento.

De esta forma, los tres dirigentes quisieron expresar ayer su absoluta disconformidad con la afirmación efectuada por el presidente de la Federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo, quien sostiene que se ha reducido la afluencia de mariscadores ilegales. Aunque Fajardo precisó que se trataba «dunha apreciación», los responsables de Cabo de Cruz, Rianxo y A Pobra consideran que, como presidente de la federación gallega, debería tener en cuenta las denuncias que constantemente se hacen desde estas tres cofradías sobre el problema del furtivismo y las demandas para que se intensifique la vigilancia.

Más violentos

Estos responsables aseguraron que no solo no disminuye la actividad de quienes se llevan el fruto del mar de manera ilícita, sino que subrayaron que cada vez son más violentos: «Coñecen a lei e saben o que poden facer».

Como ejemplo de la tensión que se vive en los arenales bajo jurisdicción de estas cofradías, el pobrense Juan Miguel Iglesias explicó que uno de los vigilantes, al que iba a renovársele el contrato el pasado 26 de junio, no quiso continuar trabajando para la entidad pesquera por miedo: «Tiñan ameazada a súa familia e preferiu non seguir».

El más crítico con las palabras de Tomás Fajardo fue el rianxeiro Miguel Iglesias, quien sentenció: «Estamos infestados. Nas nosas praias, en cada marea hai grupos de dez ou doce persoas repartidas polas distintas praias. Ameazan aos gardapescas».

Consideran escasos los medios de que disponen para hacer frente al problema y Juan Miguel Iglesias comentó: «Somos o triángulo das Bermudas do furtivismo». Incluso reclamaron vigilancia de forma constante: «Se hai que mandar ao exército, que veña». Dicen que la situación es insostenible. Tanto Rianxo como Cabo han contratado vigilantes por su cuenta y A Pobra señala que no lo hace porque su situación económica no se lo permite.