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El temor a quedar sin sardina dispara las primeras cajas y salda las últimas

redacción / la voz

SOMOS MAR

El «Punta del Este?5 vendió la captura que descargó de madrugada a entre 120 y 140  euros cada caja.
El «Punta del Este?5 vendió la captura que descargó de madrugada a entre 120 y 140 euros cada caja. Ana Garcia

El precio en A Coruña cayó de 167 euros a 20; en Camariñas, de 200 a 50

24 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando lea estas líneas, lo más probable es que ya haya hecho la digestión de las sardinas que se comió esta madrugada. Y si no lo ha hecho no es porque no haya habido. Finalmente apareció la estrella de la fiesta. Pero lo hizo tan tarde que provocó una jornada caótica como las que no se recordaban en la lonja del Muro, donde se concentraron las ventas de más de un tercio de los cerqueros de Galicia.

El miedo de exportadores, mayoristas y pescantinas a no poder atender todos los encargos que tenían hizo que se lanzasen a una puja a la desesperada que disparó la cotización de la sardina a esos precios de locura que se suelen dar por estas fechas. Desde luego, el temor a no encontrar sardina para los encargos no era infundado. No fueron pocos los compradores que se desplazaron anteayer a Asturias -la flota cerquera de esa comunidad obtuvo autorización para salir a pescar en la madrugada del lunes- donde no se puso a la venta ni un solo kilo de sardina. Achacaron esa noche en blanco a la niebla, pues «a sardiña quere ver o día para subir das aguas profundas». Y como la madrugada de ayer todavía no se había disipado en Galicia, se temían lo peor.

Puja a la desesperada

Así es que antes de las tres de la madrugada la lonja de A Coruña estaba repleta de compradores. Y en cuanto los altavoces anunciaron la llegada de un barco que traía una cantidad muy limitada de cajas creció la avidez por hacerse con alguna. La puja arrancó en 200 euros para tener su primera parada en los 167. Esto es, que se pagaron 11,13 euros por cada uno de los 15 kilos que venían en el mismo envase.

Esa cotización se mantuvo durante varias rondas de pujas. El semblante de los mayoristas cambió, pues ya tenían prácticamente amarrados todos los pedidos. Pero esa tranquilidad duró poco. Cambió en cuanto comprobaron que continuaban desembarcando cajas en el Muro y, a la par, el precio iba cayendo. Algo insólito, que no tiene antecedentes en la lonja del Muro, como refrendó Andrés García, portavoz de Acerga.

El que compró a 167 euros la caja de 15 kilos rozó la histeria al comprobar cómo de ese precio fue bajando a 150, 120, a 40, 35 hasta que las últimas, ya bien entrada la mañana, se dispensaron a 20 euros la caja; es decir, a 1,33 euros el kilo de pescado.

Esa ciclotimia de la que hizo gala la subasta de sardina en A Coruña no fue un caso aislado. Ocurrió también en Camariñas donde, por cierto, se vendieron los ejemplares más caros de Galicia. Y en Vigo. A los cerqueros que descargaron de madrugada en la rula de la Costa da Morte se le llegó a pagar a 200 euros la caja de 15 kilos, a 13,3 euros cada uno de ellos. Se vendieron en total 600 cajas, a 150 euros la más barata. Ya de mañana, se descargaron 60, que se dispensaron a entre 56 y 80 euros. En Vigo, de los 143 euros de la noche, se cayó por la mañana a 30. Como en A Coruña, se pusieron a la venta unas 1.000 cajas.

En Burela no hubo sardina y en Celeiro se subastaron unas pocas cajas que llegaron mezcladas con chincho. Aún así se pagaron a 90 euros, a 10 el kilo.

Información elaborada por E. Mouzo, S. Serantes, B. Costa, M. Gago, Á. Paniagua y E. Abuín

Gallega, a 10 euros; marroquí descongelada, a 3

«Debe ser a primeira vez que nesta data todas as peixerías de Galicia, ata a dos pobos máis remotos, poden ter sardiña á venta para San Xoán a un prezo máis que asequible para os seus clientes». Lo decían ayer los subastadores de la lonja de A Coruña tras asistir al espectáculo insólito de ver caer en picado la cotización de la sardina cuantas menos horas quedaban para encender las hogueras.

Desde luego, en Portonovo, donde se vendieron en torno a 60 cajas y la más cara llegó a 180 euros, la mayor parte «foi para fóra», pues las pescantinas de la zona eran conscientes de que ninguno de sus clientes iba a pagar «prezos de capricho», apuntaron desde la lonja.

Un euro el ejemplar

Por lo general, en las pescaderías gallegas la sardina se vendía a 10 y 12 euros el kilo. Claro que el mercado ya ha aprendido a paliar la falta de producto y la carestía que esta provoca a golpe de congelación. Así es que al lado mismo de los ejemplares gallegos que en un conocido supermercado dispensaban a 1 euro por sardina (10 euros el kilo) había otras refrigeradas (descongeladas), más baratas, que se vendían a 3 euros el kilo y que habían sido capturadas en el Atlántico centro-oriental; esto es, Marruecos.