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La flota entra de lleno en la costera con descargas de bonito ya regulares

e. mouzo, s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XAIME RAMALLAL

En Burela, Celeiro y A Coruña se subastaron ayer más de 100.000 kilos

16 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada más cruzar el ecuador de junio, la flota ha entrado de lleno en la costera del bonito. De ahora en adelante, raro será que alguno de los 500 barcos que están autorizados a tomar parte en esta pesquería estacional no alijen atún blanco en alguna de las lonjas gallegas en las que esta especie es asidua, al menos de junio a septiembre, cuando está en plena temporada.

Ayer se produjeron las primeras descargas importantes en volumen. Burela, referente mundial en este producto, puso a la venta 51.000 kilos del que en un tiempo promocionó como su príncipe azul. Fueron los que dejaron en el muelle cinco barcos, uno de la casa y otros cuatro vascos, que vendieron sus capturas a una media que varió entre los 5,39 y los 5,70 euros.

Otros dos barcos eligieron la rula vecina de Celeiro para comercializar sus bonitos. Un pincheiro de ese puerto y otro pesquero de A Guarda pusieron a puja 20.000 kilos de la especie, que ingresaron una media de 5,54 euros por kilo.

Descarga en el Muro

Aunque no ha sido la primera descarga, puesto que en jornadas anteriores se comercializaron algunos kilos, pero contados, la lonja de A Coruña tuvo ayer su primera subasta importante de bonito. En el Muro se subastaron unos 35.000 kilos, cuyas cotizaciones estuvieron en la misma línea de las rulas de A Mariña. El bonito se vendió entre los 5,20 y los 5,80 euros el kilo, «buenos», a decir del patrón del Sial Tres, uno de los cuatro boniteros que arribaron a los muelles herculinos. Buenos porque «el pescado todavía no está en su mejor sazón», aparte de que hubo mucha cantidad en la subasta, lo que contuvo las cotizaciones.

Además del Sial Tres, descargaron en A Coruña el Lusitania Primero, de A Guarda, el Nuevo Flechero, de Cedeira y el Espomar, un buque francés pero de armador coruñés.

Días en blanco

Ahora bien, aunque están satisfechos con el precio que han obtenido en lonja, no lo están de todo con el conjunto de la campaña. Y es que, como explicaba el patrón del Sial Tres, trabajaron una media de 20 días. En las primeras jornadas no pescaron prácticamente nada, dos bonitos como mucho, lo más probable que «por el frío de las aguas».

Dado el escaso éxito, la flota puso rumbo más hacia el sur, hasta situarse a la altura de las islas Azores. «Fue ahí, a partir del día 5 de este mes, cuando empezamos a pescar. Hubo días de 200 bonitos, de 300 y hasta de 500 ejemplares al día», contaba ayer el citado profesional. Y por allí, por entre las islas portuguesas, se sigue moviendo el resto de la flota, en tanto no llenan las bodegas para emprender regreso a Galicia y subastar en Burela, Celeiro, Vigo, A Coruña o, incluso, puede que Marín.