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El cerco apura la costera de la anchoa en tanto se prepara para la sardina

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Viu

La especie estrella de este mes llegó a 45 euros la caja, a 3 euros el kilo

05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Quién sabe cómo será después del verano, pero de momento la flota de cerco navega en un mar de relativa calma, repartida como está entre la captura de anchoa, el jurel y, ahora también, la sardina.

La mayor parte de los cerqueros están todavía en el Cantábrico, concentrados entre Avilés y Gijón, donde un grupo de barcos gallegos dio con un banco de ejemplares grandes, que tuvieron tantos pretendientes que el precio del bocarte llegó a alcanzar en lonja los 15 euros el kilo. Las demás embarcaciones acudieron como moscas a la miel a ese punto del caladero y, con el aumento de las descargas, vino parejo el descenso de la cotización. De tal concentración de barcos frente a la costa asturiana dan idea las cifras de la rula de Gijón, que según la prensa de la zona alijó en solo 12 días 500.000 kilos de anchoa, cuando en toda la costera del año anterior apenas había puesto a subasta 25.000.

De nuevo, pequeña

La parte negativa del asunto es que los profesionales perdieron de vista esa mancha de peces de gran tamaño y ahora están pescando de nuevo anchoas de entre 40 y 50 granos (piezas por kilo) y que se venden a euro y medio o dos euros, como mucho. Muy lejos de los 15 que se pagaron por aquellos kilos en los que entraban 25 o 26 piezas.

Así las cosas, la flota ya empieza a plantearse el regreso. Vascos y cántabros ponen proa al este, aproximando el trabajo a sus puertos base. Y los gallegos se dividen. Parte se quedarán por esa área del Cantábrico y parte cogen rumbo a Burela. Las previsiones meteorológicas para la semana que viene no son nada buenas y por eso es mejor estar más cerca de casa.

Además, toca empezar con la sardina. Algunos cerqueros ya han probado suerte y, lo mejor de todo, la han tenido. Dos embarcaciones pusieron ayer a la venta en torno a cuatro centenares de cajas de sardina de 15 kilos. Se vendieron la mayoría a 40 y las más caras alcanzaron los 45: a 3 euros cada kilo en lonja. Ya el día antes un cerquero había capturado unas 60 cajas por la zona de Cariño que vendió en A Coruña a 30 euros (2 por kilo), explicó el patrón mayor de Portosín, Iván Carreño.

Sensación de mejoría

Y es que, aún sin haber mucha, lo cierto es que «máis que o ano pasado si que hai», sostiene José Blanco, presidente de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). «Hai barcos que están collendo peixe e como a maior parte da flota está no bocareu, por iso vale ben o peixe», añadió el profesional sonense.

Para gestionar mejor la pesquería y que las toneladas de sardina que este año corresponden a España duren lo máximo posible, en esta campaña se ha establecido un cupo por barco y semana de 3.000 toneladas.

Con ese límite, y la veda de tres meses que ya ha tenido la especie, la flota espera rentabilizar estos meses en los que se concentra la mayor demanda de sardina. No en vano, el sábado que viene se celebra en Portugal San Antonio, donde el consumo de la especie no le queda a la zaga al San Xoán del día 24.

El consumo de más del 60 % del jurel de la cuota común del Cantábrico hace saltar las alarmas

En esa navegación del cerco por aguas tranquilas se ven al fondo unos nubarrones que preocupan a la flota. Sobre todo a aquella que ha optado por gestionar conjuntamente la cuota de jurel otorgada a los barcos gallegos que operan tanto en la zona VIIIc -del golfo de Vizcaya al sur de Fisterra- como en la IXa -del sur de Fisterra al golfo de Cádiz-. En esta última, el cerco no cree que vaya a haber problemas. «Posiblemente nos chegue o cupo para todo o ano», augura José Blanco.

El problema está en la zona más del Cantábrico, la VIIIc, donde los barcos ya han consumido más del 60 % de la cuota que tenían concedida. «Así que habería que ir mirando por conseguir máis xurelo para esa zona», dice el presidente de Acerga.

La agrupación ya ha solicitado entrevistas con la conselleira de Mar, Rosa Quintana, y con el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, para apurarles a que inicien negociaciones con otros países o comunidades autónomas que puedan paliar esa escasez de cuota y ahuyentar esa nube negra que se vislumbra en el horizonte.

«Se a lo menos a nos, os da xestión conxunta, nos deixaran xuntar as cotas que temos na VIIIc e na IXa, non teriamos problemas para chegar a fin de ano, pero desta maneira, imos ter un problema en breve», señala Blanco. Y es que además de a la escasa cuota que hay en el caladero, los barcos de Acerga tienen que hacer frente, además, a la sanción de un millón de kilos por haberse pasado la anterior temporada.