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Mes y medio sin el cefalópodo rey

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Oscar Cela

El mar deberá quedar hoy libre de nasas. Estarán en seco 45 días, hasta que el 1 de julio ya se pueda pescar de nuevo pulpo y además abra la nécora

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Que si 30 días pedían los de A Coruña; que si 60, la mayoría de los profesionales de Pontevedra; que si 40 reclamaban los de Lugo... Al final, ni para unos ni para otros. Serán 45. Mes y medio sin pulpo gallego, al menos si se busca en los canales autorizados. 45 días de veda que comenzarán a contar hoy, aunque la venta estará permitida hasta el sábado en aquellos puertos que subastan de madrugada y no los viernes por la tarde. Después, todo el pulpo que se consuma, si presume de gallego, será ilegal.

Las 1.277 embarcaciones que disponen en Galicia de pérmex (permiso de explotación) para nasa de pulpo tendrán que traer hoy para puerto todas las trampas que tienen autorizadas. Estas permanecerán en seco hasta el 1 de julio, cuando se retomará la campaña, cuyo arranque coincidirá con el inicio de la temporada de la nécora.

Precisamente, la convivencia con los que dirigen la nasa al crustáceo es uno de los puntos sin resolver de un plan experimental del pulpo que, salvo la duración de la veda -este año más prolongada-, mantendrá las mismas líneas del año pasado. El régimen de calado de las nasas continúa provocando roces entre quienes faenan al cefalópodo y los que capturan nécora. Estos últimos reclaman que se obligue a los polbeiros a retirar las trampas del mar todos los días, pues interfieren en su trabajo, que se realiza en horas nocturnas, y dan por seguro que estos no devuelven al mar la nécora que entra en lugar del cefalópodo. Los del pulpo, por su parte, alegan motivos de seguridad para no estar trasegando todos los días con las nasas.

En las rías de Pontevedra y Vigo -esto es, de Con de Aguieira a Silleiro-, el problema se ha resuelto prohibiendo dejar las nasas caladas en fondos de menos de 25 metros. En esa profundidad se puede trabajar de día, pero no quedar trampas de noche.

Unificación de nasas

De Con de Aguieira hacia el norte, no rige ese límite de 25 metros. Y ahí comienzan los roces. Los profesionales de la nécora reclaman que se unifiquen las normas para ambas nasas y que o bien se retiren todas o que las que se dirigen al crustáceo también se puedan dejar en el mar. Es un debate que cada vez adquiere mayor intensidad en Ribeira, donde se ven discriminados por tener que traer todos los días las nasas a puerto, por disponer de menos trampas autorizadas por embarcación, y por estar obligados a guardar una veda que cuadriplica en duración a la del pulpo (medio año).

Cómo se presenta la campaña del crustáceo, está por ver. La del pulpo, después de varios picos de sierra en las capturas, que tuvo su depresión más pronunciada a finales del año pasado, había remontado en estos últimos meses, en los que también se apreció una revalorización de los precios, sobre todo en los últimos meses. José Antonio Gómez, presidente de la Federación de Confrarías de Pontevedra, achaca esta subida, por un lado, a que ya han comenzado las ferias gastronómicas, a que el golfo de Cádiz ha frenado su oferta, y, sobre todo, a que, al parecer, Japón ha reactivado su mercado y enviado intermediarios de compras por Galicia.

Los de la nécora reclaman que se unifiquen las nasas que usan unos y otros

Pulpitos en su salsa a los que se priva de llegar a ser «pulpazos»

El pulpo que se extrae en Galicia no puede pesar menos de un kilo si se pretende ponerlo a la venta. Y desde hace un tiempo, desde el sector están observando que se está colando cefalópodo que no alcanza ese tamaño ni por asomo. No se trata de que se desembarque con 850 o 900 gramos. «A tallada que se ve dentro de algunhas empanadas non pode ser dun polbo de máis de 400 gramos», apunta José Antonio Gómez. El también patrón mayor de Portonovo señala que, sobre todo en zonas del interior, es habitual ver como tapa pulpitos en su salsa y mucho se temen él y otros profesionales del sector que no sean importados, sino que sean gallegos, parte de las capturas de un profesional que lo ha colocado en el mercado negro.

Para castigar eso estudian sanciones más duras que las económicas. «Iso fai moito dano, porque está comprobado cientificamente, que chegado un punto, o polbo engorda unha media dun kilo ao mes». Y esos pulpitos habrían podido ser en breve pulpazos.