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Un armador se encierra en A Coruña agobiado por la presión inspectora

e. mouzo, e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

José Verdes estuvo en la cofradía hasta que cerró las puertas y después se quedó en la puerta.
José Verdes estuvo en la cofradía hasta que cerró las puertas y después se quedó en la puerta. PACO RODRÍGUEZ

Impiden a un cerquero vender en Burela y repartir capturas con otros barcos

27 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Andan los ánimos exacerbados en el cerco gallego. La falta generalizada de cuota -escasa de xarda, pero también de sardina, jurel e, incluso, anchoa- genera tal nerviosismo, que ayer una inspección, realizada al cerquero Mar de Alba, hizo rayar en la histeria al colectivo. La mala experiencia de ese pesquero, que corrió de boca en boca entre el sector, llegó a oídos del propietario de un barco cerquero de Malpica, que, agobiado por una presión inspectora que incluso le hace temer el momento de salir al mar, se encerró en la Casa do Mar de A Coruña. Armadores de distintos puntos de Galicia acudieron a serenarlo y, de paso, arropar al Mar de Alba, que llegó para vender sus capturas en A Coruña después de que los inspectores le impidiesen hacerlo en Burela y que fue recibido en el puerto por una patrulla de la Guardia Civil. El cerquero recibió de madrugada la visita de una zódiac de la Guardia Civil con una inspectora al mando que lo primero que dijo fue que allí «só se ía falar cando ela o dixera», relató a su hijo Bruno el armador. Quizá por eso ya ni preguntaron por qué cuando les dijeron que no podían descargar a Burela, el puerto frente al que estaban pescando, y tenían que dirigirse a Avilés. Les permitieron, eso sí, poner rumbo a A Coruña en lugar de a Asturias, aunque bajo la advertencia de que no se les ocurriera tirar pescado al mar, dadas las discrepancias que había entre lo que calculaban los tripulantes, unos 9.000 kilos, y lo que estipulaban los inspectores, 11.000, que fueron los que finalmente reportaron a Madrid. En Burela no está permitido descargar más de 10.000 kilos.

Trasvases

Y aunque el Mar de Alba pretendía repartir sus capturas con otros dos barcos de artes menores, una práctica que, aseguran, es habitual, los funcionarios no se lo permitieron. Es más, «a un deles que estaba por alí metéronlle unha multa por non levar a bandeira». Desde la Administración aclaran que los transbordos no están permitidos en el plan de gestión del caladero.

«Nós non cometemos ningunha irregularidade», apunta el armador. Cierto que su cupo es de 9.000 kilos para todo el año, pero está en la gestión conjunta y, por tanto, cubiertos por los demás asociados de Acerga. Critican, sobre todo, las formas, el trato denigrante que no cree que reciban ni los traficantes.

La tranquilidad del armador del Mar de Alba contrasta con la de José Verdes, que asegura que no se moverá de la Casa del Mar de A Coruña hasta que le solucionen su problema: la Xunta le dio autorización para comprar un barco que podía pescar, invirtió 600.000 euros en él y ahora no tiene apenas cuota.

Desde Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia) responsabilizan a la conselleira Rosa Quintana y al presidente Nuñez Feijoo de lo que le pueda pasar a este hombre. Y les recuerdan que aún tienen una reunión pendiente.