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Jaulas gallegas salpican el Mediterráneo

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

ANTONIO SEOANE

La coruñesa IMA ha colocado su tecnología para el engorde de atún en cuatro países

23 mar 2015 . Actualizado a las 07:11 h.

Puede que haya sido el aval de la desaparecida Corelsa, antaño reputada firma especializada en el suministro de maquinaria para actividades de acuicultura, pero lo cierto es que su sucesora, la empresa coruñesa IMA, ha arrancado con buen pie y su tecnología ha empezado a colonizar el Mediterráneo.

Empresas del Levante español y varios países del entorno están empleando ya jaulas para el engorde de peces, sobre todo de atún, diseñadas y fabricadas bajo el sello de IMA (siglas en inglés de Acuicultura Integrada Multitrófica). Tres países de ese área -entre los que se incluye España- figuran ya en su cartera de clientes, que podría ampliarse a cinco si fructifican las negociaciones que la compañía está manteniendo con otros dos Estados del Mediterráneo: Argelia y Egipto.

Aún suman un cuarto cliente, pero este ya no bañado por el Mediterráneo, sino por el Índico. En el sudeste asiático, una empresa acuícola de Singapur ha confiado en la tecnología gallega para desarrollar un proyecto de cultivo de cobia en jaulas en el mar, una especie de aguas cálidas que puede crecer hasta alcanzar hasta los siete kilos de peso y dos metros de longitud.

Para el director de la compañía, Juan Ignacio Rodríguez, el éxito de la firma radica en que construyen «las mejores jaulas marinas del mundo», unas instalaciones de 120 metros de diámetro perfectamente aptas para el engorde de atún rojo. Lo sabe la empresa Bluefin Tuna, de Túnez, que ha adquirido varias a IMA. Y también la maltesa Mare Blue, a la los técnicos de la compañía están montando en torno a una docena de viveros para acuicultura offshore.

Ya en España, empresas de Tarragona y de Murcia han confiado en la tecnología de la heredera de Corelsa. Una de ellas es Balcegó Group, empresa de L?Atmetlla de Mar, que ha compaginado su actividad tradicional (el engorde de atún rojo) con la explotación turística al permitir la posibilidad de bañarse, si no con tiburones blancos, como en Sudáfrica, sí con atunes. Para esa compañía familiar catalana, IMA está construyendo una jaula de 120 metros de diámetro y otras tres de 50 para ampliar la parte de engorde. Este grupo ya había confiado en Corelsa anteriormente, con lo que las jaulas ya existentes, esas en las que los turistas se bañan con túnidos, ya llevan sello gallego.

La cruz con otro proyecto

Menos suerte han tenido con su batea Medusa, para la que tienen la patente. Una instalación construida en polietileno, circular, que optimiza el cultivo de mejillón, que permite compaginar esa cría con el de otras especies, que apenas requiere mantenimiento, pero que en Galicia no se acepta porque supera las dimensiones que permite la legislación autonómica.

Visto bueno de la Xunta a las pruebas de cultivo multitrófico con la batea redonda

Al no poder emplear la batea redonda para la misión que había sido concebida -el cultivo de mejillón-, la dirección de IMA le buscó otra salida acorde con los tiempos, en los que se empieza a hablar y a apostar por la acuicultura multitrófica; esto es, criar en un mismo entorno o instalación más de una especie de distintos grupos taxonómicos o tróficos. IMA planteaba hacerlo con mejillón, algas y múgeles y así se lo propuso a la Consellería do Mar, a la que pidió autorización para desarrollar en la ría de Muros un proyecto experimental. Y, según explica Juan Ignacio Rodríguez, Mar acaba de enviar su bendición. Permite que IMA lleve a cabo sus pruebas en aguas de la ría muradana y les habilita la ocupación durante tres años. Sin embargo, la empresa está valorando todavía si instalar o no la batea y demás tecnología de cultivo debido a que no disponen de ayuda alguna. La inversión, que podría rondar los 800.000 euros, es demasiado elevada para poder rentabilizarla en el plazo para el que han sido autorizados a hacer pruebas en la ría de Muros. Así que, o encuentran ayuda o inversores o las pruebas podrían no realizarse.