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Armadores de Marín dicen que son 6 los barcos gallegos que pescan en Portugal

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Critican las declaraciones de otros portavoces del arrastre de la comunidad, que sostienen que el acuerdo pesquero solo beneficia a la flota portuguesa

27 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No son dos, sino seis los buques arrastreros gallegos que se benefician del convenio recíproco de pesca que mantienen España y Portugal desde hace décadas. Lo aclaró ayer la Asociación de Armadores de Marín, molesta por las declaraciones de otros portavoces del arrastre gallego que sostienen que ese acuerdo pesquero solo beneficia a la flota portuguesa y que, por tanto, más vale finiquitarlo si no se cambian las cláusulas que propician una ventaja competitiva a los arrastreros lusos, que es la de permitirles que faenen en fin de semana. Ese adelanto propicia, según los afectados, que los portugueses estén fichando talentos en la plantilla del arrastre español.

Marín levanta la mano para decir que no es cierto que España no obtenga réditos de este acuerdo. Por lo de pronto, de los 17 arrastreros que pescan en aguas lusas en virtud de ese convenio, once son andaluces y seis gallegos, de Marín, para más señas. Y, además, de las cuotas asignadas a España y que corresponden a esa flota, la gallega se lleva el 60 % de las posibilidades de merluza, el 75 % de la de rape, el 84 % del gallo, el 10 % de cigala, el 57 % del jurel y el 14 % de la bacaladilla.

Reciprocidad

Por eso que, aseguran, no es del todo ajustado eso de que el arrastre español no sale beneficiado de un acuerdo recíproco que permite a 30 arrastreros portugueses faenar en aguas del caladero del Cantábrico.

El director gerente de Armadores de Marín, Juan Carlos Martín, pone énfasis en que esta asociación no solo representa a arrastreros que faenan en Portugal, sino que aglutina a otros 16 arrastreros que faenan en el Cantábrico y que, desde luego, los armadores afiliados a la agrupación marinense trabajan con la conciencia bien tranquila. «Se ajustan a las cuotas de pesca que les han asignado y en ningún momento se dedican a trampear» los datos, recalca Martín. Es más, asegura que hay arrastreros en la asociación que, para poder ajustarse a sus posibilidades de pesca descansan un día adicional a la semana y otros incluso se acogen a expedientes de regulación de empleo de un mes de duración.