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El cerco gallego insta al Gobierno a conseguir como sea más cupo

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

PACO RODRÍGUEZ

Denuncian que tienen para todo el año lo que antes era para una semana

08 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El cerco gallego duda seriamente de ser capaz de sobrevivir al empeño del Gobierno español de poner fin a la pesca olímpica, esa práctica que lleva a las flotas a capturar todo lo que pueda antes de que se agote el cupo y que provoca que se precipite el cierre de la pesquería. Necesita mayor cuota de todas sus especies objetivo (básicamente xarda, jurel y sardina) e insta a Madrid a conseguirla como sea. Esa es la reclamación que mañana expondrá el sector a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, a la que han apelado en su desesperación. Los armadores aseguran que los cupos de que disponen no dan ni para estar trabajando en el caladero cuatro meses. «Temos agora para todo o ano o que antes estabamos autorizados a pescar semanalmente», expone José Blanco, veterano armador del cerco de Portosín. Blanco recuerda que, hasta hace dos años, este segmento de flota tenía sus cupos particulares: podía pescar 6.000 kilos de jurel por barco y día, 7.000 de sardina y 10.000 de xarda y otros; esto es, en torno a 1,2 millones de kilos de sus especies objetivo al año, aunque nunca se alcanzaban. «Agora hai barcos que teñen 20.000 ou 50.000 quilos para todo o ano; ¿onde imos con iso?», inquiere Blanco.

 

caso práctico

Cuentas. Hay embarcaciones que tras el reparto acumulan 30.000 kilos de jurel en su área, puede que 10.000 de sardina y otros tantos de xarda. «A un euro de media o quilo, que non chega, os ingresos anuais poden ser de 50.000 euros para un barco con 10 homes», comenta Eduardo Carreño, otro armador de Portosín.

 

reparto

Recurrido en los tribunales. El cerco gallego incidirá en sus críticas al reparto de cuotas realizado entre comunidades autónomas, una distribución que ya han recurrido judicialmente y que, insisten, deben modificarse para dar más peso a los criterios socioeconómicos. Los armadores no aceptan como excusa que Bruselas y las normas pesqueras impongan el reparto por criterios históricos, dado que no todos han tenido las mismas oportunidades de pescar, ya que el cerco gallego estuvo limitado durante 30 años, hasta que en el 2013 se derogaron los cupos antes citados. Y el período en el que Madrid se ha basado para hacer el reparto es del 2002 al 2012. «Se está a primar, precisamente ao que fixo pesca olímpica; nós tiñamos xa cupo», recuerda Blanco.

 

optimización

Sobrantes en otras flotas. Otro de los reproches de los armadores de esta modalidad de pesca es que el reparto, tal y como se ha realizado, propicia lo que siempre se ha criticado a Bruselas: los desequilibrios que hacen que a unos le sobre cuota mientras que a otros les falta. «Se, como din, as cotas son do Estado, o Estado non pode permitir que haxa flotas, como o arrastre, que acaben o ano sen esgotar o cupo e o cerco galego, que ten esa especie como obxectivo, tivera que pedir dúas veces xurelo para chegar a fin de ano», reflexiona Blanco.

unificación de zonas

O IXa u VIIIc . Los cerqueros expondrán a Tejerina otra de sus reivindicaciones: que toda Galicia se englobe en una misma zona y no como ahora, que se reparte entre la VIIIc -de Fisterra hasta el País Vasco- y la IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz-, zonas distintas, con cupos diferentes y que ocasiona no pocos trastornos a quienes tienen un puerto base en el sur y faenan en el norte.

 

presión inspectora

Carne de psiquiatra. La presión inspectora, excesiva, según dicen, contribuye a enrarecer el ambiente en la pesca. «Hai máis inspectores que barcos», aseguran los armadores. Y es que se está llegando al extremo de que el patrón prefiere no pescar a tener que someterse a las revisiones que le esperan en cuanto toque tierra. «É unha tensión insoportable que nos vai levar a todos ao manicomio», dice Blanco.

«O patrón ven máis contento para a terra se non pesca que se trae algo; o están a esperar no porto»

José Blanco