El espacio para las personas carece de amplitud, lo que obliga a usar la calzada en algunos puntos del casco urbano
16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El que camina por Vilalba debe de prepararse para pasar por algún sitio que resulta un paso estrecho para peatones. No hay señales como las colocadas junto a carreteras, que establecen prioridad en un sentido de la circulación. El sentido común, la cortesía o la rapidez imponen la preferencia, pero la consecuencia es la misma, porque en algunos tramos es imposible que coincidan dos personas; si caminan en el mismo sentido, les queda el recurso de ir en fila india.
El aspecto que presentan las aceras en Plácido Peña, Campo de Puente, Rúa da Pravia, Galicia o Chao Ledo, céntricas calles de la capital chairega en donde abundan los comercios de todo tipo, es por lo general bueno. En otras, como Conde Pallares, cualquier mención debe empezar por su ridícula estrechez, lo que impide prácticamente que se crucen dos peatones.
Reducción del tráfico
El tráfico en el centro de Vilalba se ha reducido en los últimos años. En la década de los 90 se construyó la variante de la N-634, va de Goiriz a Boizán. Ese primer paso tuvo continuidad en la década siguiente, al entrar en servicio la circunvalación de la carretera de Ferrol (LU-861), que va de Sete Pontes, a pocos centenares de metros del inicio de la otra variante, a Grandisca.
Calles por las que antes pasaban esas carreteras -Campo de Puente, Rúa da Pravia y Conde Pallares en la carretera Irún-Santiago, Plácido Peña en la de Ferrol- fueron mejoradas, aunque siguen teniendo tráfico en los dos sentidos de circulación. Solo en el tramo inferior de Plácido Peña se han instalado pasos elevados para peatones. En Campo de Puente, Rúa da Pravia y Plácido Peña está permitido aparcar en las dos márgenes.
Mejora prevista
Una de las obras que más espera el gobierno local y que más se ha demorado es la reforma de la Avenida da Terra Chá, que, como la de la antigua carretera de Ferrol, se realizará con fondos de la Xunta por tratarse de una vía de titularidad autonómica -en este caso, carretera LU-120, salida hacia Meira-. Una actuación prevista es la mejora de las aceras, más anchas que las de calles como las mencionadas, deterioradas hace años por la construcción de nuevos edificios.