Las travesías vilalbesas en el olvido

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

PALACIOS

Las carreteras de Meira y de Lugo esperan obras desde la pasada década, y la primera presenta un notable deterioro

16 feb 2017 . Actualizado a las 12:08 h.

Si a una obra se le puede poner la definición de largamente esperada, la que prevé la mejora de las travesías de Vilalba encaja sin duda en esa expresión. Desde mediados de la pasada década, la reforma de tres arterías urbanas -las antiguas carreteras de Ferrol, de Meira y de Lugo- es una de las principales aspiraciones del Concello; se logró la reparación de la primera, y las otras dos parecen haber caído en un olvido del que solo se despierta parcialmente.... para volver a dormir.

Mejorar el firme y renovar servicios es la aspiración que se persigue con las obras. La urgencia es mayor en la salida hacia Meira, un tramo formado por la Rúa Chao Ledo y por la Avenida da Terra Chá. Por un lado, el firme está deteriorado en algunos puntos, sobre todo correspondientes a la citada avenida, en la que el tráfico es abundante y la construcción tuvo notable auge a finales de la pasada década; además, las aceras también presentan graves deficiencias en algunos lugares. Por otro, el Concello considera necesario afrontar trabajos de saneamiento para separar aguas pluviales y residuales.

Un informe de la Xunta calculaba que el coste de la obra se situaría en torno a 1,2 millones de euros. Para el Concello, en principio, el presupuesto parece suficiente; pero ahora debe de negociar con dos consellerías distintas -Infraestruturas e Vivenda por un lado, Medio Ambiente e Ordenación do Territorio por otro-, ya que ambas tienen competencias sobre las actuaciones que se llevarán a cabo.

En principio, la obra debería de ser ejecutada por el Concello. El alcalde, Agustín Baamonde, explicó ayer que esas dos travesías ya eran de titularidad municipal, por lo que la administración autonómica podría aportar los fondos pero no adjudicarla. Hay un precedente para una obra de esas características: a mediados de los noventa el Ministerio de Fomento aportó fondos al Concello para la reforma del antiguo trazado de la N-634 entre Boizán y Sete Pontes tras la construcción de la variante; ese tramo, que incluye el paso de la carretera por el centro urbano, pasó a ser de titularidad municipal.

 Un paso ya dado

La Avenida de Lugo tiene un firme menos desgastado que la Avenida da Terra Chá, por lo que al Concello la obra le parece menos acuciante. El precedente en este conjunto de actuaciones es la mejora de la antigua carretera de Ferrol, la LU-118, que va del cruce formado por Plácido Peña, Rúa da Pravia y Campo de Puente a la rotonda de Grandisca, en donde confluye con la autovía del Cantábrico (A-8) y con la de Ferrol (AG-64). La reforma del cruce con la carretera del área recreativa de A Magdalena o la mejora de la seguridad en Ponte dos Freires se llevaron a cabo con esa obra