Cuidado con la feria del capón

Carlos García Fraga

VILALBA

ÓSCAR CELA

El Concello de Vilalba debe poner una fecha fija y recuperar el pregón dentro del programa oficial de actos

19 dic 2016 . Actualizado a las 12:49 h.

Fue presentado por el Ayuntamiento de Vilalba el programa de actos que se celebrarán el próximo domingo con motivo de la tradicional feria de los capones -que no del capón-, ya que estos se seleccionan por pares, se crían por pares, se ceban por pares, se venden por pares, se regalan por pares y se pagan foros y rentas por pares.

El poeta chairego Manuel María en uno de sus poemas decía: «Estes pares de capós / da bisbarra vilalbesa / !nunca ollei outros tan bos en toda a terra luguesa!»; o en el siguiente: «Hei de mercar en Vilalba algún dia de feirón / un par de capós cebados, e queixos de San Simón». Y a esta feria de capones voy a referirme en este comentario, ya que año tras año va perdiendo fuelle a pesar de que sus responsables califiquen de éxito la celebración del certamen.

En el año 1967 el Ayuntamiento, con el fin de proteger el producto navideño por excelencia, puso en marcha el reconocimiento por parte de los veterinarios de los capones que acudían al ferial. Esta medida efectiva se complementó con otra tomada en el año 1980, en el que se exigía que los capones fueran censados en el mes de septiembre, como en la actualidad.

A la entrada del mercado eran reconocidos y, en ocasiones, rechazados los capones que por su presencia, su peso o su mal sacrificio no merecían el calificativo de capones de Vilalba. En el año 1991 fueron rechazados una docena de pares que no reunían las condiciones exigidas por el equipo veterinario. En el año 2000 se crea la asociación de criadores de capones, que, junto con el Ayuntamiento, se encarga de todas las gestiones relativas a la ceba, vigilancia, venta y promoción del producto chairego.

Curiosamente, a partir de la creación de esta asociación la feria empieza a perder afluencia de capones, ya que la comercialización en casa de los criadores es constante y promocionada por parte de los mismos, que así evitan traer el producto al ferial. La estadística nos dice que en la década de los años l980 acudían al ferial de 800 a 1000 pares y ya en el año 2003 esto baja a 600 a 500 en el 2004 y a 200-250 el pasado año, y lo mismo está previsto para el actual pese a que los censados son una cifra muy superior.

Bien está que el criador que quiera los venda en su domicilio, pero este sistema es pan para hoy y hambre para mañana. El Ayuntamiento debe tomar medidas para salvar la feria, empezando por fijar un día definitivamente para su celebración. Hace años se celebraba el día 19, que después se trasladó definitivamente al 21, ya que en la actualidad los medios de transporte se encargan de que en un día se encuentren los capones en su destino.

Los capones deben venir todos a la feria y ser aquí examinados por el equipo de veterinarios; y cuando estos certifiquen la calidad del producto, se les pondrá en una de sus patas el disco que diga por una parte ‘Garantía de denominación de origen’ y por la otra ‘capón de Vilalba’ y no entregarlas a los criadores, como se hace en la actualidad.

De esta manera se evitaría que muchos que vimos en la pasada feria pudiesen ostentar tal distinción. Las cajas donde se embalan, que llevan el escudo del ayuntamiento vilalbés, se deben vender únicamente ese día y en el recinto ferial.

La feria tiene entidad suficiente para atraer a compradores en cualquier día de la semana en que toque celebrarse. Así se creará más ambiente en la villa, ya que muchos tendrán que pasar la noche en Vilalba y podrán disfrutar de las tapas que los bares y restaurantes nos ofrecen en esas fechas. La feria, en definitiva, fue y tiene que seguir siendo el espejo donde se muestra con todo su esplendor nuestro preciado producto. Impresionaba a propios y extraños ver todas las cestas colocadas con sus blancos paños encima de las mesas que para ello se instalan.

El Ayuntamiento de Vilalba debe retomar las riendas de la organización del ferial, añadiendo, además, a todos los actos que ya programa el pregón de la feria que tanto promocionó nuestros capones, con intervenciones de destacados personajes literarios como fueron Antonio Fraguas, Jorge Víctor Sueiro, Camilo José Cela, Ramón Villares, Francisco Puy, Antonio D. Olano, Xulio Xiz o José María Castroviejo, entre otros. Cuidemos la feria, para que un día no lejano no tengamos que lamentar que ‘entre todos la matamos y ella sola se murió’.