El periódico fomenta una vejez activa

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

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Mayores de la residencia vilalbesa usan La Voz de Galicia en talleres de estimulación

19 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un camión es rescatado en una cantera tras haberse usado en un robo; un hombre resulta herido al proteger a su hijo, de corta edad, de unos perros; unas semanas lluviosas igualan ya a seis meses del 2015 en precipitaciones recogidas; continúa el juicio del caso Noos; el papa acaba su visita a México... Son noticias que aparecían en La Voz de Galicia de ayer -la primera incluso protagonizaba la foto de la primera página- y que se podían comentar, al filo de las once de la mañana, en una conversación o al calor de un café.

Sin embargo, esas noticias y otras -incluso las recogidas en unas pocas líneas, como las gestiones del Concello de Vilalba para mejorar la red viaria rural- también servían para una sesión en la que una persona leía y el auditorio realizaba comentarios o respondía a sus intervenciones. En la Residencia de Persoas Maiores de Vilalba, durante parte de la mañana de los martes y de los jueves, la lectura comentada de La Voz de Galicia forma parte de las actividades de terapia. Unas 20 personas seguían la sesión de ayer, aunque si alguien no habitual quiere sumarse a la reunión, puede hacerlo.

Como explicaba al final de la sesión, que ayer duró alrededor de media hora, la terapeuta Ana García, lo que se busca es mantener la actividad mental y la curiosidad de personas que ya tienen edades algo avanzadas. Al menos en algunos, el objetivo parece conseguido, pues las noticias eran comentadas con la visión de cada uno. Lo que quizá resulta más difícil en algunos casos, como desvelaba la coordinadora de la sesión, es animar a mantenerse activas a unas personas que ya han llegado a la jubilación.

García aclara que buena parte de los residentes proceden del mundo rural y que su vida se ha caracterizado, entre otros detalles, por la abundancia de trabajo, por lo que no es raro que identifiquen ocio con inactividad: «Xa traballei abondo», consideran.

En cualquier caso, en la residencia no extraña, más bien lo contrario, que una parte del día se dedique a leer la prensa: el periódico no solo se lleva a la sala que acoge una sesión como la de ayer, sino que se puede consultar en la biblioteca y se sabe, dice García, «quen o le e a que hora». Además, desvela, alguna persona ingresó en la residencia siendo suscriptora de prensa y mantuvo dentro ese hábito.

El interés de los residentes por seguir «o fío das cousas», incluso de las que suceden a centenares o a miles de kilómetros de distancia, se observa, por ejemplo, en la impresión que algunos tienen acerca de la más que probable repetición de las elecciones generales, dada la dificultad de los partidos para cerrar un pacto. Quizá parte de esa curiosidad se logre por la actividad anterior, consistente en un rato de gerontogimnasia y de psicomotricidad, puesto que, explica García, es conveniente aplicar el aforismo de «mens sana in corpore sano».

En verano suele haber menos asistentes porque se programan actividades en el exterior. Pero el resto del año, incluso, surgen opiniones diversas sobre una noticia. Igual que hacen muchos en el café de media mañana.