En la comida de cada día le pedimos al Señor y también podemos suplicar a Santiago Apóstol que sea bendecida y de gran provecho para los peregrinos que realizamos este camino a Santiago.
La comida diaria tiene un profundo significado cultural, ya que por el Camino llegaron gentes de lejanos países con distintas culturas; con estas culturas se introdujeron en nuestro país recetas e ideas gastronómicas, que formaron en el ser humano una unidad cada vez mayor y que después se representarían en las tertulias de una buena mesa.
Se fundaron lugares para atender a los peregrinos. A las cocinas de los albergues, hospederías y hospitales fueron llegando las recetas que configuraron la importantísima gastronomía que en la actualidad tienen las localidades españolas por las que pasa el Camino.
En la antigüedad la vieira era una comida de pobres, por eso la abundancia de conchas que había en las calles y basureros de Compostela, de donde los peregrinos las recogían para demostrar que habían estado en Santiago de Compostela.
Vieiras a la gallega gratinadas al queso de San Simón da Costa
Ingredientes:
3 cebollas
2 dientes de ajo
6 lonchas de queso de San Simón.
5 lonchas de Jamón serrano
1 vaso de vino blanco (albariño)
6 vieiras
1 cucharada de tomate casero
Aceite de oliva
Preparación:
Picamos la cebolla muy fina y sofreímos en una sartén junto con el ajo también picado. Cuando la cebolla se ponga transparente, añadiremos el jamón, picado muy fino; y cuando suelte jugo, añadimos el vino y el tomate, y dejamos que reduzca (unos 10 minutos a fuego medio).
Retirarnos del fuego e introducimos las vieiras; dejamos unos dos minutos, y las colocamos en las conchas, que tendremos puestas en la placa de hornear poniendo en cada una una pieza de vieira y cubriendo con la cebolla. Se terminarán de hacer en el horno, donde colocaremos la loncha de queso de San Simón. Por último, ponemos el horno a 170 grados y metemos la placa con las vieiras hasta que el queso este gratinado
La concha de vieira empezó a llamarse concha de Santiago porque a los peregrinos que llegaban a Santiago se les entregaba un pergamino (lo que es hoy en día la Compostela), que era lo que los confirmaba como peregrinos y se les colocaba en su capa o sombrero para desmostar su estancia en Santiago. Así no quedaba duda de su logro y merito de haber peregrinado a Santiago a la vuelta a sus lugares de procedencia.
?Bon xantar, amigos peregrinos?.