La estación de servicio Roma se ha mudado a las instalaciones de Sanjurjo
03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El mapa de los combustibles también sufre cambios en Vilalba. El más evidente tiene que ver con los negocios de distribución, y ha supuesto el cambio de ubicación de uno de los establecimientos más antiguos y conocidos de la localidad, la Estación de Servicio Roma. En las últimas semanas ha cambiado su tradicional emplazamiento -el tramo inferior de la Rúa Conde Pallares, en la salida hacia Baamonde por la antigua N-634- para trasladarse al tramo inferior de la Avenida Terra Chá, en la salida de la capital chairega hacia Meira.
El negocio, con más de medio siglo de antigüedad, se ha hecho con las instalaciones de la estación de servicio Villamartín, que se abrió al público hace décadas aunque más tarde que la otra, por iniciativa del conocido empresario local José Sanjurjo, fallecido hace varios años.
En su nuevo emplazamiento, en una zona más habitada que la anterior, el negocio mantiene una de las características de su anterior situación, la apertura al público durante 24 horas. Ese detalle lo distingue de otros del sector situados en Vilalba y en el resto de la comarca y le aporta unas características prácticamente únicas entre Lugo ciudad y la costa.
El hotel, la parte más conocida de un grupo y expuesta a comentarios sobre su futuro
A pocas decenas de metros de la estación de servicio, en la misma avenida, el Hotel Villamartín tiene también varias décadas de antigüedad y el mismo origen, aunque su futuro parece dirigirse por otro rumbo. En los últimos años, sobre el hotel, escenario de banquetes pero también de numerosos acontecimientos sociales y hasta de actos políticos, han circulado los comentarios que apuntaban a su venta.
Sin embargo, que cambiase de manos y dejase de pertenecer a los herederos del fundador, también conocido por su empresa constructora y por una cantera situada en el municipio de A Pastoriza, no aclaraba, en cambio, el destino del edificio. Los distintos y sucesivos comentarios sugerían que tanto podía conservar su uso hostelero como destinarse a funciones asistenciales, convirtiéndose en sede de un centro para la tercera edad, y en su compra tanto aparecían implicados empresarios de Vilalba como de otros municipios.
Pegada al hotel está la discoteca Troco, que también acumula décadas de antigüedad y que en el pasado carnaval, un año más, albergó las dos habituales fiestas, dirigidas a niños y a adultos, que suele organizar el Rácing Vilalbés en esas fechas.