Estudió cocina, pero el destino se lo llevó al País Vasco a aprender el oficio de las cubiertas
28 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Daniel nació en Vilalba y vivió buena parte de su infancia en Lugo, estudió cocina, pero acabó en los Pirineos y en el País Vasco colocando cubiertas de los tejados. Ahora, de vuelta a Galicia y con la construcción ralentizada por la crisis económica, ofrece también un servicio de limpieza de chimeneas. Es autónomo y participa en el programa Dinamíz@te de la Diputación de Lugo así como en la Escuela de Organización Industrial (EOI).
-¿En qué consiste su negocio?
-Soy autónomo y me dedico a hacer cubiertas. A la colocación de pizarra o de teja. En la provincia de Lugo se trabaja más la pizarra y en A Coruña las dos, pizarra y teja, uralita o lo que sea. Ahora también me dedico a limpiar chimeneas, me compré un equipo de limpieza hace poco.
-¿Cuando empezó?
-Me dedico a la colocación de cubiertas desde el año 2001, lo que pasa que estuve trabajando en el Pirineo y en el País Vasco y llevo desde el 2008 en Galicia, trabajando tanto en Coruña como en Lugo.
-¿Por qué te fuiste y por qué decidiste volver?
-Realmente me fui porque mi novia andaba estudiando por ahí adelante, ella estudiaba en Teruel y yo trabajaba en Jaca y después ya nos fuimos a vivir los dos al País Vasco, porque ella encontró trabajo allí y nos fuimos los dos. Como de aquella en la construcción también era fácil encontrar trabajo, a mí me daba igual estar en un sitio que en otro. Y volvimos para Galicia también porque a ella la destinaron para aquí.
-¿Cuando empezó con el tema de las chimeneas?
-Hace seis meses o una cosa así. En Galicia no se limpian mucho las chimeneas, pero arden casas todos los inviernos. También empecé con esto porque ya casi no sabes qué hacer para trabajar, así que decidí diversificarme por ahí.
-¿Está complicado el mundo de las cubiertas?
-Sí, con la construcción tan parada mi negocio se complicó y yo además como siempre ando de un lado para otro, al final tampoco tengo una clientela fija de un sitio, no soy como otras empresas que llevan en Lugo toda la vida y que tienen sus clientes y que ya los conoce más gente.
-¿Trabaja solo o tiene ayuda?
-Normalmente sí. Cuando me hace falta tengo un amigo que también es autónomo y que me viene a ayudar o contrato a alguien, pero ya hace mucho tiempo que no tengo a nadie contratado. Ahora solo cuando tengo una obra grande pido ayuda y prefiero coger a otra gente que sea autónoma como yo. Yo hago lo mismo, también ayudo a otros cuando lo necesitan. Ahora mismo es lo que hay.
-¿Qué tal funciona lo de las chimeneas?
-De eso me hace falta todavía hacer mucha publicidad, porque es verdad que empezamos hace poco y que, como te decía, en Galicia apenas se limpian chimeneas. Por ahí adelante se tienen que limpiar más porque en todo el verano no se usan, pero aquí como más o menos se usa todo el año la gente apenas le da importancia. La chimenea tira bien hasta que arde. Todos los inviernos arden varias casas por culpa de las chimeneas, hace poco aún ardió una en Pastoriza por este motivo. Si se limpiasen más chimeneas en Galicia se evitarían muchos incendios. La gente se tendrá que ir concienciando poco a poco.
-¿Cómo surge la idea de limpiar las chimeneas?
-La idea de limpiar chimeneas me la dio mi primo, por un señor que lo hacía en Suiza. Allí tienen todo legislado y es obligatorio limpiarlas. Los equipos vienen de Francia, porque antes se limpiaban las chimeneas con cualquier cosa, pero ahora se limpian con unas herramientas desde dentro y no hace falta acceder a la cubierta. Pero pocos se animan.
-¿Y cómo empezaste con la colocación de las cubiertas?
-Eso fue casualidad porque yo tenía unos amigos que trabajaban con las cubiertas y un verano empecé a trabajar de eso. Yo de hecho estudié cocina [se ríe].
-¿Y que le hizo a alguien que estudió cocina dedicarse al mundo de las cubiertas?
-La vida, que me fue llevando. De aquella había trabajo. Ahora no me apetece tanto hacer esto, empecé por casualidad, pero es un trabajo bonito y estás al exterior. En aquella época había trabajo y fui enganchando un encargo con otro.
-¿Nunca ejerció de cocinero?
-Sí, pero muy poquito tiempo. Trabajé en Francia en un comedor colectivo y aquí en campamentos de verano para los niños. También hice extras con amigos en casas de turismo rural, pero poco tiempo.
-¿En que te está ayudando el programa Dinamízate?
-Realmente estoy empezando. Yo lo que quiero es que me enseñen a crear la página web y que me ayuden a instalarme en las redes sociales. Es lo que me interesa, porque aunque cambie de trabajo eso me va a valer igual. Es formación y está bien. Hasta para llevar un negocio de chimeneas es bueno estar en Internet.