Los accidentes en el Camino o el legendario dicho del «non sabe un onde a ten»

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

TRIACASTELA

El caso de la peregrina arrollada por un rulo de hierba sigue siendo el percance más comentado

06 jul 2016 . Actualizado a las 09:16 h.

Hace tiempo que no hay un percance en el Camino de Santiago que no diera tanto que hablar como el que tuvo hace unas semanas en Triacastela un matrimonio canadiense. La pareja fue arrollada por un rulo de hierba y las consecuencias para ella fueron terribles: sufre una lesión medular. Los médicos temen que pueda afectarle drásticamente a la movilidad. Sigue internada en la unidad de cuidados intensivos del CHUAC de A Coruña y parece que allí permanecerá bastante tiempo más porque no está en condiciones de viajar a su país.

Que el dicho de «non sabe un onde a ten» sea legendario, especialmente en el rural gallego, no es casualidad. Esa frase fue, últimamente desde luego, la más recurrida, especialmente en Triacastela, donde los vecinos quedaron impactados por lo ocurrido a la pareja, especialmente a la mujer. Su esposo sufrió lesiones, pero no de la gravedad de ella. Ya no está hospitalizado y se dedica, dijeron algunas fuentes, a seguir la evolución de la mujer que salvó la vida, pero que está en unas condiciones que nadie desearía.

«Estamos totalmente consternados co ocorrido. Foi unha grande desgraza para ela e pódolle asegurar que a familia da explotación está desfeita», dijo ayer la alcaldesa de Tricastela, Olga Iglesias. Al día en que ocurrió el percance y, aún sin saber con certeza cuáles habían sido las consecuencias, la regidora del municipio contactó con la embajada de Canadá en España. Informó de la situación y se puso a disposición de este organismo, ofreciendo incluso los medios del Ayuntamiento que fueran necesarios. Facilitó a personal de la embajada un teléfono para cualquier contacto.

Preparar durante meses el Camino, viajar desde Canadá para llegar a Compostela y, sin esperarlo, acabar derribado en el suelo por un gran rulo de hierba seca que cae a la ruta en un tramo en la que esta va encajonada es, sin duda de ningún tipo, de una mala suerte sin límites. «Son cousas do destino. Tíñana alí», comentó ayer una persona encargada de un albergue ubicado en el municipio de Palas que, desde hace muchos años, atiende a peregrinos y sus necesidades.

El Camino, nadie lo duda, da muchas satisfacciones pero, a veces, también es punto de accidentes. Algunas estadísticas hablan de más de treinta fallecidos desde 1993.

 Infartos

Desde el año 2010 fallecieron solo en la ruta lucense al menos cuatro peregrinos de manera súbita. Se trataba de personas que pasaban de los cincuenta años. Según diversos especialistas, el infarto es una de las causas principales de fallecimiento, bien en los albergues, bien en plena ruta. En ocasiones, las largas caminatas, la temperatura y la mala situación de algunas personas provocan muertes prácticamente instantáneas.

A mayores, el camino presenta otros muchos riesgos. El catálogo es variado, pero después de los infartos hay que incluir los atropellos. En la zona de O Cebreiro todavía tienen presente uno ocurrido en el verano del año 2012. Un conductor acabó llevándose por delante a cinco caminantes.

El conductor del vehículo que protagonizó el grave suceso se dio a la fuga inicialmente y la Guardia Civil pudo identificar el vehículo. Los peregrinos fueron alcanzados cuando se encontraban en una marquesina de parada de autobús que hay en la carretera de que va de Pedrafita a Sarria. Los restos de la carcasa de un espejo que quedaron en el lugar fueron decisivos para que los investigadores pudieran dar con el vehículo, un BMW de color negro.

A mayores también hay otros percances como, por ejemplo, los ataques de perros. Los centros de salud tienen una larga lista de afectados.

Un bebé francés que cayó de un carromato logró salvarse

En la lista de percances ocurridos en los caminos a Compostela que discurren por la provincia de Lugo está el caso de un bebé francés. En el verano de 2012 viajaba junto con otros tres hermanos menores en un carromato tirado por un burro. Sufrió lesiones en la cabeza que hicieron pensar a los médicos que podrían acabar con algún problema neurológico. De hecho, llegó a ser avisado un helicóptero para la evacuación. Pero parece que no fue así. El percance ocurrió en el tramo de Lugo a San Román da Retorta.