El avistamiento de serpientes de gran tamaño es bastante habitual en Sarria

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SARRIA

CEDIDA

En las parroquias de Piñeira, A Chanca y Albán varios vecinos vieron ofidios enormes en el año 2006

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El avistamiento de grandes ofidios no es una excepción en el término municipal de Sarria en la última década.

La temporada en la que se produjo un mayor número de avisos de personas que habían visto serpientes de gran tamaño fue hace diez años, cuando vecinos de parroquias muy próximas; Albán, A Chanca y Piñeira afirmaron haber visto culebras de gran tamaño en libertad.

El reptil de mayor tamaño fue el que vio Manuel Cabañas en la carretera entre Albán y Piñeira. Manifestó que el animal ocupaba todo el ancho de la carretera, por lo que, según su testimonio, superaba los cuatro metros de longitud. Manuel puso el caso en conocimiento de la Guardia Civil.

En A Chanca la persona que vio el ofidio fue un pariente de Manuel Cabañas, curiosamente con el mismo nombre y primer apellido. Encontró el ofidio cuando estaba en una finca de su propiedad y sintió un ruido muy grande entre la vegetación. Pensó en primera instancia que eran las ramas de los árboles, pero poco después notó un gran chapoteo en una presa de agua. Pensó que eran dos personas bañándose, pero al aproximarse al lugar vio que se trataba de una culebra enorme. El susto fue de tal magnitud que, semanas después, Manuel reconocía que aún no se había atrevido a volver a pisar el mismo prado.

El tercer avistamiento, y también el ejemplar de menor tamaño, fue el de la vecina del lugar de Trebui (Albán) Rosa Fernández. En este caso, la mujer afirmó que el reptil medía más de un metro, era más ancho que una manguera normal de riego y de color verde.

Los expertos manifestaran en ese momento que lo más probable es que los ejemplares fueran animales exóticos que se habían creado en un terrario y que fueran abandonados por sus dueños. En aquel momento no se había encontrado ninguna piel que permitiera comprobar el origen de los ofidios y los testimonios de los testigos tampoco fueron tan claros como para permitir extraer conclusiones.