Monforte ya llega a Lugo en tren para el vermú, pero Parga solo para la cena

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

SARRIA

ALBERTO LÓPEZ

Los nuevos servicios mejoran notoriamente en la zona sur y marginan a Terra Chá

10 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los nuevos servicios ferroviarios en la provincia, que mañana cumplen una semana en funcionamiento solo atienden a la mitad de la provincia. Mejoran la comunicación en el eje Lugo-Sarria-Monforte y la dejan como está, es decir muy mal, en el trayecto Lugo-Gutiriz. Cualquier viajero de Monforte o Sarria tiene ahora la posibilidad de llegar a la capital lucense a la hora del vermú. Dispone de algún tiempo para almorzar o hacer alguna gestión y puede regresar a las cuatro de la tarde a su punto de origen, gracias al Media Distancia (MD) que va a Ourense para enlazar con un Alvia destino Madrid. Ese tren pasa previamente, en el viaje con destino a Lugo, por esas poblaciones a las 12,46 minutos, en el caso de Monforte y y a las 13,14 por Sarria.

«Pode resultar moi útil para ir ao hospital por exemplo, sempre e cando houbese unha boa conexión de autobuses en Lugo. O malo é que a volta no Media Distancia das catro, non se pode retornar hasta pasadas as nove e media da noite. Moita mellora pola mañá, pero pola tarde nada, a non ser que vaias no catalán», explicó María una sarriana que suele usar el tren.

Aún siendo malos los horarios de la tarde, nunca tanta comunicación ferroviaria hubo entre Lugo y Monforte. «Ya es posible venir a trabajar a Lugo y volver», dijo una funcionaria del juzgado que reside en la ciudad del Cabe y que está pensando en la posibilidad de viajar todos los días, aunque tiene sus dudas de que el MD de las cuatro de la tarde aguante. El primer tren de cercanías, procedente de Monforte, llega a Lugo un poco antes de las ocho y media. El regreso sería a las cuatro.

Pero esa mejora ferroviaria no existe en el tramo de Lugo a Guitiriz, municipio que está quedando totalmente descolgad. Ahora Renfe plantea ya incluso viajes a Coruña por Ourense. La situación es tan preocupante que viajeros del área de Parga, Baamonde, Begonte y Rábade, solo pueden viajar en tren a la capital si piensan en cenar y volver en taxi o quedarse a dormir. El primer tren que tienen disponible pasa sobre las nueve de la noche. «Es algo insólito», dicen en Parga, una estación con un gran volumen de viajeros en los años setenta y actualmente cerrada para los pocos usuarios que hay. Son cosas de los programadores de Renfe que mejora en larga distancia, pero que empeora en los trayectos de cercanías.

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