Llegar hasta una parroquia de Sarria en el siglo XXI obliga a cruzar un río

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SARRIA

Un coche pequeño pasa a duras penas por la curva que está entre una casa y la iglesia.
Un coche pequeño pasa a duras penas por la curva que está entre una casa y la iglesia. alberto lópez< / span>

La única pista pública para ir a San Martiño de Requeixo es impracticable en invierno

20 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las personas que tengan pensado acudir a la parroquia sarriana de Santiago de Requeixo deben de conocer antes de ir que solo tienen dos opciones para llegar. Si eligen utilizar una pista pública tendrán que acceder desde la zona de O Mazadoiro, a pie pasando por un puente de menos de un metro de espesor para cruzar el Regato Pequeno o en coche vadeando el mencionado regato.

La otra manera es entrar desde la LU-546, pero para ello tendrán que contar con el beneplácito de los vecinos para que les permitan cruzar por terrenos de su propiedad. Por fortuna, los dueños de la pista son muy transigentes y permiten el acceso libre sin cortapisas.

Una vez obtenido el permiso vecinal podría parecer que se acabaron los problemas, pero no es así. Acceder a algunas de las viviendas con un vehículo algo más grande que un utilitario es imposible debido a una curva que hay justo enfrente de la iglesia, muy revirada y estrecha y que hace imposible realizar el giro. Hasta el momento no se tenía constancia de problemas para atender alguna urgencia, pero el pasado lunes un vecino de la zona sufrió una caída desde el balcón de su casa al romper una tabla y la ambulancia no consiguió acceder al lugar, por lo que el accidentado tuvo que ser evacuado en helicóptero.

En la zona residen alrededor de una veintena de personas y unos seis más disponen de fincas para las que precisan pasar por la pista vecinal para llegar. Según reconocieron algunos propietarios, están dispuestos a ceder terreno para que se construya una carretera en condiciones de uso público de la que todos puedan beneficiarse.

Los problemas son especialmente graves en invierno, ya que al aumentar el caudal del río es imposible vadearlo ni con tractores ni en todoterrenos y también está completamente inundado parte del camino de acceso al núcleo. El único punto por el que se puede pasar durante muchos meses es la vía que ceden generosamente los vecinos.

La triste realidad es que en pleno siglo XXI acceder a un núcleo pegado al casco urbano de una villa de miles de habitantes como Sarria depende únicamente de la generosidad de los vecinos. No es ciencia ficción, es verdad.

parroquia aislada a menos de un kilómetro del casco urbano