Samos se oculta tras sus muros

La Voz LUGO / REDACCIÓN

SAMOS

Peregrinos y vecinos se quejan de que no son atendidos por los monjes como sucedía hace solo unos meses

02 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El monasterio de Samos ha pasado en apenas unos meses de ser un lugar abierto y hospitalario para cualquiera -.bien sea peregrino o vecino de la localidad- a un sitio al que resulta difícil acceder tanto en persona como vía telefónica.

Este cambio, según apuntan los vecinos que lo sufren en su día a día, se produjo a raíz del relevo en el puesto de prior, cargo que ostenta desde hace unos nueve meses Gerardo Ibarra en lugar de José Luis Vélez, quien ejerció como prior durante los últimos 14 años.

El cambio que más sorprende y que está causando serios problemas a las personas que quieren ponerse en contacto con los monjes es que nadie conteste al teléfono. Este servicio siempre estuvo atendido, pero ahora es poco menos que imposible comunicarse con los habitantes del cenobio vía telefónica. Este trastorno lo padecen las personas que desean realizar cualquier ceremonia en la iglesia del monasterio, ya que les resulta muy complicado contactar con los monjes. Algunos afectados optaron por acudir en persona al monasterio para hablar con alguno de los responsables, pero aseguran que en muchas ocasiones no les reciben alegando que están de viaje o ocupados.

La portería fue siempre el corazón del monumento y el punto de información y reunión para peregrinos y vecinos. Lo habitual es que abriera varias horas al día, más en verano por la numerosa afluencia de romeros y visitas. Ahora aseguran que es muy complicado encontrar a alguien en este lugar que pueda, al menos, ofrecer información a los visitantes.

El cenobio tiene la catalogación de BIC, por lo que está obligado por ley a abrir un mínimo de horas para atender al público. Esta norma se está incumpliendo en los últimos meses y podría ser motivo de que se abriera una inspección.

Las relaciones sociales que los anteriores responsables del cenobio habían cuidado al máximo durante años también se están perdiendo debido a que la relación de la nueva cúpula con las distintas administraciones es prácticamente nula. La prueba de ello se produjo en la celebración de los patrones del cenobio, San Julián y Santa Basilisa, antes motivo de fiesta para el pueblo y de la que este año no fueron avisadas ni las autoridades.

La atención a peregrinos y visitantes en la portería es casi inexistente

Los actuales responsables apenas tienen relación con las administracines.