Galicia tiene 6.806 plazas públicas en residencias de mayores, pero precisa 9.180

redacción / la voz

SAMOS

Óscar Cela

Hay una plaza por cada 100 personas de más de 65 años, cuando debería haber 1,4

05 may 2016 . Actualizado a las 12:41 h.

El último plan gerontológico del Ministerio de Sanidad recomienda que por cada cien personas mayores de 65 años haya 1,4 plazas públicas en residencias de mayores. Galicia precisaría algo más de 2.300 plazas para cumplir esa recomendación. Según datos de la Xunta del mes de marzo, la comunidad dispone de 6.806 plazas residenciales públicas para dar servicio a 655.776 personas que han cumplido los 65 años. Esto significa que hay una plaza prácticamente por cada cien personas (concretamente por cada 96), cuando debería haber 1,4. Según este modelo, sería necesario que Galicia contase con 9.180 plazas públicas, 2.300 más de las que existen en la actualidad. Haría falta, pues, que la oferta pública residencial creciese, y prueba de ello es la lista de espera que maneja la Xunta: 1.700 personas aguardan una plaza pública en una residencia de mayores.

Ahora bien, al menos dos factores matizan un poco este dato. Por un lado, el peso de la oferta privada en Galicia es más alto que la media. De hecho, según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del pasado 30 de junio hay en Galicia 15.759 plazas residenciales privadas, y por lo tanto la oferta privada supone un 78,6 % frente al 21,4 % de la pública. La media estatal es de 72,6 % en el primer caso, y de 27,1 % en el segundo. Si se suman plazas públicas y privadas la media sería, según el informe del CSIC, de 3,06 por cada cien mayores. Lejos, en todo caso, de las cinco plazas que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

El segundo de los factores que habría que tener en cuenta en el caso gallego es el peso de las redes familiares. En Galicia, el porcentaje de personas que viven sus últimos años en una residencia es menor que la media porque el soporte familiar, aunque baja con los nuevos estilos de vida, sigue siendo alto. Según el Plan Galego de Persoas Maiores, en Galicia hay más de 400.000 hogares en los que viven personas mayores de 65 años. Mientras, 121.500 gallegos que superan esa edad viven solos.

La oferta residencial es limitada, y podría reducirse en breve si el Concello de Samos cierra finalmente su centro. Precisamente la advertencia del alcalde de esta localidad lucense, Julio Gallego (PSOE), de que cerraría la residencia de ancianos por no poder afrontar los 70.000 euros anuales de gastos que genera si Xunta o Diputación no le prestaban auxilio no cayó en saco roto y ambas administraciones ya anunciaron su intención de colaborar con el ayuntamiento. La delegación lucense de la Xunta se puso en contacto a primera hora de la mañana con el regidor para decirle que no lograban encontrar el expediente en el que el Concello solicitaba su ayuda. Julio Gallego envió copia de toda la documentación y la administración autonómica citó al alcalde para las próximas semanas para tratar el tema y buscar una solución. En lo que compete a la Diputación, el presidente, Darío Campos, reconoció que ya se había reunido con Julio Gallego y que la primera necesidad que le transmitió el regidor era la ayuda para asumir los gastos del centro.

También Feijoo, tras el Consello de la Xunta, se refirió a este tema. El presidente aseguró que no tenían ninguna comunicación previa del Concello de Samos relativa a esa dificultad para mantener la residencia: «En canto tivemos información desa dificultade, ás poucas horas nos puxemos en contacto co alcalde para que nos conte exactamente», aseguró Feijoo, quien anunció una próxima reunión para abordar las necesidades y ver lo que la Xunta puede hacer.

Trives pide que la Xunta asuma el centro y Sarria no piensa en cerrar pese al déficit

La residencia de mayores de Samos no es la única que pasa por dificultades. Hace solo una semana, el pleno de Trives, Concello que dirige el independiente Francisco Fernández Blanco, aprobaba pedir a la Xunta que se hiciese cargo del centro que gestiona, en este caso, la mancomunidad. Las quejas de residentes y profesionales por las condiciones del centro y los seis expedientes abiertos por Política Social fueron la raíz de esta decisión. Un día después matizaba el presidente del organismo mancomunado, que aseguraba que se habían subsanado las deficiencias de la residencia, informa María Cobas desde la delegación de La Voz en Ourense.

También de titularidad municipal es el centro de Sarria, con cerca de cien plazas. La alcaldesa de esta localidad, Pilar López (PSOE), reconoce que el Concello tiene que destinar todos los años una importante cantidad de dinero para afrontar el déficit que genera la residencia, «pero lo hacemos porque creemos que hay que apostar por este tipo de políticas». Además, anuncia que firmará un convenio con la Diputación de Lugo para ayudar a sufragar los gastos del servicio.

En Rairiz de Veiga la residencia municipal, de unas 40 plazas, estuvo cerrada varios meses el año pasado y fue reabierta después de que el Concello concediese su explotación a una empresa privada, informa Sindo Martínez, corresponsal de La Voz en Xinzo.

En Vila de Cruces, en cambio, el Concello está pensando en exportar el modelo de la residencia de ancianos a un centro de día. El alcalde, Jesús Otero (PP) explica que la dirección del centro es municipal y el personal pertenece a una empresa de servicios.

Con información de X. R. Penoucos, M. Cheda y María Santalla.