En Samos no quieren los excrementos de los peregrinos

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SAMOS

Una señal que prohíbe defecar está a la entrada del núcleo y nadie dice quien la puso.
Una señal que prohíbe defecar está a la entrada del núcleo y nadie dice quien la puso. enrique vázquez< / span>

Colocaron varios carteles prohibiendo defecar en el núcleo de Lastres

10 abr 2015 . Actualizado a las 16:53 h.

La presencia de los peregrinos y los turistas es siempre bien acogida en todos los puntos del Camiño Francés, lo que ya no es aceptado de buen grado es la basura que unos pocos suelen arrojar sin demasiados miramientos y mucho menos los que defecan en algún lugar próximo a la vía.

El caso más sonado, o por lo menos el único por el que los vecinos han protestado de una manera muy original, es el del núcleo de Lastres, en la parroquia samonense de Santiago de Renche en el que apenas residen habitualmente una decena de vecinos.

Los habitantes de este núcleo rural están hartos de que los romeros utilicen un espacio que antes era un camino de paso a fincas y que ahora apenas se usa a unos cien metros del camino para hacer sus necesidades.

El boca a boca entre los peregrinos ha convertido este punto poco menos que en un aseo público, con el agravante de que a pocos metros pasa un regato que temen que con el paso del tiempo pueda llegar a contaminarse.

La solución que encontraron no pudo ser más ingeniosa. Bajaron un cartel de Internet que representa a un hombre agachado haciendo sus necesidades bajo los símbolos rojos de la prohibición para que a nadie le queden dudas de que en Lastres está prohibido defecar de campo.

La medida fue realizada por un autor anónimo cuya identidad ningún vecino asegura conocer, pero los resultados no fueron los esperados y la zona sigue siendo el recurso más utilizado para los caminantes que son víctimas de un apretón.

Carencia de servicios

La defensa de los romeros se basa en que durante el trayecto que une Triacastela con Samos, alrededor de once kilómetros, no hay ni un solo lugar, público o privado en el que poder aliviarse. Los vecinos no son demasiado comprensivos con las necesidades fisiológicas de sus visitantes y, como mínimo, les piden que repartan lo que les sobra de manera equitativa y no solo en su lugar de residencia.

«No tiene lógica que en un lugar con la calificación de BIC no disponga de ninguna infraestructura pública para que puedan utilizarla los peregrinos durante un recorrido tan largo. Es un fallo inmenso del Xacobeo que no tenga en cuenta esto y le ponga remedio de inmediato y lo terminan pagando tanto los vecinos como los propios peregrinos», expresó el alcalde de Samos, Julio Gallego, quien recordó que este problema hace meses que se está produciendo.