El acusado, para el que piden 5 años de cárcel, será juzgado en la Audiencia
02 abr 2015 . Actualizado a las 09:37 h.Una mujer se arrojó en marcha del vehículo de su ex novio para evitar que este la retuviera al no permitir que se apeara. El presunto autor de los hechos, E. B. R. se sentará la semana que viene en el banquillo de acusados de la Audiencia Provincial de Lugo acusado de los delitos de lesiones y detención ilegal. Se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por parte del fiscal. Los hechos sucedieron en Santiago, sin embargo la tramitación de las diligencias correspondió al juzgado de Chantada porque acusado y víctimas son vecinos de Portomarín.
Los hechos que ahora llegan a la Audiencia sucedieron en la tarde del 17 de noviembre de 2011, que fue cuando el acusado llamó por teléfono a la mujer con la que en los dos últimos años había mantenido una relación sentimental. En esa llamada le pidió quedar para hablar con ella.
Ese día los dos se encontraban en Santiago por motivos personales y decidieron verse. Tras la conversación, ella le dijo que tenía que irse porque pretendía ir a un gimnasio. El acusado se ofreció a llevarla en su coche y accedió, sin embargo cuando llegaron al lugar a donde la mujer pretendía ir, el conductor pasó de largo. Dice el fiscal que, de forma intencionada, para privarla de su libertad, comenzó a dar vueltas en el coche.
Se desvió por algunas calles y no permitió a la víctima que se bajara del vehículo, a pesar de que le pidió por favor que parase, según expone el fiscal en su escrito de acusación. «¿Y si en vez de llevarte al gimnasio te llevo a dónde me dé la gana?», preguntó el acusado. Esa situación generó preocupación en la víctima, que asustada, abrió la puerta y se tiró del coche.
A posteriori, el imputado detuvo el vehículo, se bajó del mismo y le preguntó la razón por la cual se había tirado. En ese instante, la víctima volvió a entrar en el vehículo para recoger sus pertenencias y el conductor volvió a arrancar a gran velocidad el coche y la acabó dejando a la puerta del Hospital Universitario de Santiago.
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió lesiones consistentes en un traumatismo craneoencefálico y una fractura en un codo. Precisó asistencia facultativa y tratamiento quirúrgico. Tardó en curar 73 días de los cuales dos estuvo hospitalizada. Estuvo casi un mes impedida para realizar su vida diaria. Le quedaron secuelas en el codo. Los gastos de asistencia supusieron para el Sergas un desembolso de 429 euros.
El fiscal entiende que el acusado ha de ser condenado con dos años de prisión por un delito de lesiones. Durante tres, si prospera su petición, no podrá acercarse a la víctima durante un tiempo de tres años.
La acusación pública también pedirá que el vecino de Portomarín, involucrado en estos hechos, sea condenado además a tres años de cárcel y a cuatro años de alejamiento de la víctima.
El fiscal también solicita para el acusado que le pague a la víctima 2.942 euros por las lesiones causadas y solicita al mismo tiempo que abone la asistencia sanitaria que le dispensaron.
Dentro de la programación de juicios prevista para el próximo jueves está prevista una vista que tendrá como acusados a dos jóvenes que fueron detenidos por la Guardia Civil de Tráfico en un control porque llevaban en una nevera portátil varios frascos de metadona.
Los implicados se enfrentan a una petición de cinco años de prisión cada uno de ellos así como el pago de una multa que supera los once mil euros.
Los hechos que llegan a juicio sucedieron en la madrugada del 10 de abril de 2010 en el kilómetro 133 de la N-640, en el término municipal de Monterroso. Uno de los detenidos reconoció que el vehículo era suyo. El fiscal entiende que las sustancias que les intervinieron estaban destinadas a su venta en el mercado clandestino.
«¿Y si en vez de llevarte al gimnasio te llevo a dónde me dé la gana?
El imputado acabó dejando a la víctima en la puerta de un hospital