El arte de Domingo de Andrade ya luce en Tirimol

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

fotos: alberto lópez

Parteluz termina por completo la restauración de los tres retablos de esta joya del Barroco gallego

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

San Xoán de Tirimol guarda una de las joyas del Barroco gallego, diseñada por la figura capital de este estilo en el siglo XVII en Galicia, Domingo de Andrade. Que una iglesia parroquial del rural gallego tenga el honor de contar con un conjunto de retablos del maestro de la catedral de Santiago (autor de la Torre del Reloj y del Pórtico de la Quintana) muestra hasta qué punto el templo lucense guardaba un tesoro que solo en los últimos años ha cobrado nueva vida. Gracias al convenio entre el Obispado y la Diputación, y con la aportación de los vecinos de la parroquia, los retablos muestran ahora todo su esplendor.

Hace algo más de dos años, el grupo de restauradores de Parteluz comenzaba la tarea de poner en valor un conjunto deteriorado durante décadas. Aunque aún existe la duda, como manifestó en su momento el responsable de Patrimonio del Obispado, César Carnero, de si el retablo tuvo su origen en el antiguo convento de las Dominicas -hoy iglesia de A Nova en Lugo- lo que sí se constata es que fue instalado en el siglo XIX en Tirimol.

Cuando el grupo de Parteluz se puso manos a la obra, las piezas tenían importantes desperfectos. Primero comenzaron por el retablo mayor, con daños en la madera, presencia de insectos xilófagos, pérdidas de volumen, levantamiento y pérdida de policromía y suciedad que ocultaba el pan de oro. Uno de los momentos más emocionantes, como relata la restauradora Uxía Aguiar, fue cuando descubrieron una policromía barroca en perfecto estado de conservación, oculta tras las habituales pinturas de mala calidad que tenían para sacar las tallas en procesión.

El trabajo laborioso y paciente de los restauradores terminó el pasado mes. Lo último que trataron fueron los retablos laterales. «Tuvimos que desmontarlos ya que tenían daños estructurales y con muchas lesiones», relata Uxía Aguiar. Y es que las goteras y la humedad tuvieron su efecto negativo sobre la madera, el pan de oro y la policromía. «Tuvimos que sanar la madera afectada, inyectando madera natural de castaño viejo y con madera consolidada». Aunque los retablos laterales perdieron sus esculturas originales, forman con el retablo mayor un conjunto que no solo reluce tras el final de la restauración, sino por la propia iluminación de museo que se pagaron los vecinos de la parroquia. El resultado ya se puede apreciar los días que se oficia misa, los domingos al mediodía, aunque si se quiere ver también se puede pedir a los vecinos que se abra el templo. «Estamos encantados de como quedou esta xoia dos retablos galegos», señala con orgullo el sacerdote de Tirimol, Dositeo Pérez Arias, a quien no le duelen prendas agradecer el apoyo que tuvieron del que fuera diputado provincial del BNG Mario Outeiro.

El retablo de Domingo de Andrade, hecho junto con el mindoniense Bernabé García, cobra de nuevo protagonismo en Tirimol, aunque también en la vecina iglesia de San Martín de Guillar, en Outeiro de Rei, adonde fueron a parar partes del retablo que se instaló en su momento en Tirimol o cuando se trasladó desde la iglesia de A Nova. Su estado de conservación era aún peor que el de Tirimol, pero también desde Parteluz pudieron rescatar su mejor imagen. Pequeñas muestras y a la vez grandes pasos para recuperar el patrimonio rural gallego, en este caso el eclesiástico. Y es que entre las consecuencias del despoblamiento del campo se encuentra el deterioro, saqueo y abandono del patrimonio.

El autor, Domingo de Andrade

 Nacido en Cee en 1639 y fallecido en Santiago en 1712. Arquitecto de la Torre del Reloj y el Pórtico de la Quintana en la catedral de Santiago, además de obras en San Domingos de Bonaval. En la misma ciudad, ya en obra civil, hizo la Casa da Parra, la Casa da Conga, Casa das Pombas y Casa Feixóo. También intervino en la catedral de Ourense. En Lugo, intervino en la Catedral y el Convento de las Dominicas. Actuó en la Catedral, tanto en la sala capitular como en la sacristía. Además, intervino en el convento de la Dominicas, hoy iglesia de A Nova, de donde salió el retablo de Tirimol