Cerrado a la pesca el río de Outeiro de Rei afectado por vertidos

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

Un arroyo afluente del Miño sufrió una grave mortandad de peces el día tres

21 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El río Pequeno, afluente del Miño que discurre por Outeiro de Rei, ha quedado vedado para la pesca. La decisión, anunciada ayer por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, se debe a los vertidos que afectaron al cauce el pasado día tres y que causaron una grave mortandad de truchas y de otras especies de fauna fluvial.

En total son 16 los kilómetros de río que se ven afectados por esa decisión, que no solo incluyen todo el curso del citado cauce sino también otros pequeños brazos. Los lugares en los que estará en vigor esa medida son de dos clases: por un lado, la zona que se vio directamente afectada por el vertido y por otro, las zonas de influencia.

El momento en que se puedan reabrir a la pesca el río y sus afluentes no se concreta por ahora. Según la Xunta, se decidirá en función de los resultados y del seguimiento de la salud ecológica del río, aunque no se descarta, debido precisamente a los datos que se deriven de esas pruebas, que se prolongue hasta la temporada de pesca del año próximo.

Dos kilómetros

El grave vertido del día 3 de este mes afectó a unos dos kilómetros del río Pequeno, a su paso por la parroquia de Robra, y causó una gran mortandad de peces, tanto truchas como otras especies de fauna fluvial. Una vez descubierta la situación, al lugar se desplazaron agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y personal de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y de la citada consellería, que inspeccionaron la zona y tomaron muestras.

Los datos recogidos, muestras de agua por un lado y peces y otros elementos por otro, fueron enviados a diversos laboratorios para los correspondientes análisis. Por ahora, no obstante, no se dispone de resultados, según la Xunta.

El Trimaz, dañado por la AG-64

Hace ahora cinco años, en la primavera del 2010, el Trimaz, que discurre por el municipio de Xermade y confluye con el Magdalena en las afueras de Vilalba, también se cerró a la pesca por problemas de contaminación. En esa decisión pesaron decisivamente los problemas derivados de las obras de la autovía Ferrol-Vilalba (AG-64). Los taludes construidos dentro de las obras causaron arrastres que acabaron en el río, en donde se descubrieron altos índices de turbiedad. El río se reabrió a la pesca dos años después del cierre, en el 2012, y en el tiempo que duró la prohibición de pescar tanto personal de la Xunta como aficionados, por su cuenta y a título personal, hicieron mediciones de pH.