Tuits para la desplazada revolución

NAVIA DE SUARNA

BENITO ORDOÑEZ

«El sentido del rencor» reúne escritos en la red digital, a modo de aforismos, y otros textos más largos, del crítico y editor gallego Constantino Bértolo, que también ha editado y prologado una amplia y representativa antología de los escritos de Karl Marx.

17 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Constantino Bértolo (Navia de Suarna, 1946) podría suscribir el colofón de El sentido del rencor: «Este libro se terminó de imprimir en julio de 2018, intentando luchar contra el consenso». En su larga carrera como editor y crítico u observador cultural, Bértolo ha ido contracorriente, buscando restablecer el equilibrio de aquello que lo había perdido, o desestabilizando la tranquilidad del conformismo. El colofón, además, emparenta, por la vía de la brevedad, la contundencia y el sentido del humor con el contenido de la obra, que recoge una representativa selección de los más de 1.700 tuits de Bértolo, además de algunos pasajes más amplios, extraídos de sus colaboraciones digitales con el Colectivo Todoazén y las impresas de Mundo Obrero.

Son muestras también, como escribe en el prólogo Ignacio Echevarría, seleccionador de los textos, del «talante siempre interpelador, cuestionador, provocativo» de Bértolo. Echevarría añade también el adjetivo de «gallego», que identifica con «parsimonioso, reflexivo, en cierto sentido “indirecto”». Y es verdad: la retranca está bien presente en tuits como «Las vacas gallegas son veganas. Consuma carne gallega».

La retranca y la ironía no atenúan, sino que subrayan el mensaje de fondo de Bértolo, cuyos tuits se leen como aforismos dotados de una carga de profundidad de amplio alcance. Algunos ejemplos: «Tengamos cuidado: la idiotez ajena no nos hace inteligentes». «El sueldo dice más que mil palabras». «El algoritmo es la ideología de nuestro tiempo» y, claro está, «En un país capitalista la primera obligación es luchar contra el consenso». Más claro todavía: «Comunistas: los que saben que sin trabajadores no habría empresarios. Conservadores: los que piensan que sin empresarios no habría trabajadores». Para Echevarría, el objetivo último de estos aforismos es «la agitación, la toma de conciencia: la movilización del lector, en definitiva, con miras a una tan necesaria como siempre desplazada, y por lo tanto improbable, revolución».

Selección de textos

Precisamente, Bértolo también alude a la revolución en su antología de Karl Marx, Llamando a las puertas de la revolución. Se trata de una amplia selección de textos del pensador alemán -el libro suma casi un millar de páginas- precedida de un largo y analítico prólogo de Bértolo -más de cien páginas: más bien un ensayo- que justifica desde el comienzo su perspectiva: «Marx fue, sobre todas sus facetas, un revolucionario. Alguien que quería hacer la revolución, hacer posible la realidad de una sociedad igualitaria basada en la comunidad de bienes y actividades, y que dedicó toda su vida a saber y enseñar qué revolución hacer, quién podría hacerla, contra quién tenía que hacerse y cómo podría llevarse adelante».