Un policía, a tratamiento tras recibir una salpicadura en un ojo de sangre de un preso

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

MONTERROSO

El recluso estaba en el HULA, se arrancó una vía intravenosa y agredió a otro agente

07 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La fiscala pide dos años de prisión para un hombre al que acusa de un delito de atentado a agentes de la autoridad. Los hechos ocurrieron en la tarde del 16 de diciembre de 2014, en el HULA cuando el ahora juzgado estaba custodiado por policías nacionales y mantuvo un enfrentamiento con ellos.

El acusado, que estaba recluido en Monterroso, se encontraba en ese momento en el módulo de custodia del hospital. Estaba esposado a la cama, debido, explica la fiscala, a su comportamiento agresivo. En la habitación número tres del citado módulo, mientras el personal sanitario cambiaba la cama, aprovechando que no estaba engrilletado, se arrancó la vía intravenosa que llevaba puesta: una salpicadura de sangre llegó al ojo derecho de uno de los agentes. Como el recluso padecía diversas enfermedades infectocontagiosas, el funcionario recibió el correspondiente tratamiento profiláctico durante 39 días, y estuvo de baja 16 días por el efecto secundario de la medicación.

Mientras los policías cacheaban al preso, este los insultaba constantemente, relata el fiscal, y los amenazaba. Esta actitud la mantuvo hasta que fue trasladado al quirófano. Al volver a la habitación, pidió tabaco a los agentes; como no se lo dieron, empezó a golpear el portasueros contra la puerta de la habitación.

Puerta bloqueada

Alrededor de las nueve de la noche, los agentes escucharon un fuerte golpe. Intentaron entrar en la habitación, pero no lo consiguieron porque el resbalón de la puerta estaba doblado, y contra ella, empotrada la cama.

Bastón

Por la mirilla, los policías vieron que, tras romper el portasueros, el detenido esgrimía el bastón metálico. Finalmente, utilizando escudos, lograron reducirlo. Durante el altercado, resultó lesionado en una pierna uno de los agentes; necesitó cuatro días para curar. No le quedaron secuelas.

La fiscala fijó en 120 euros la indemnización a uno de los policías y en 1.650 a otro.