Serán otros tres meses de trabajo con maquinaria pesada, tras siete de actuaciones «penosas» y manuales por la descontaminación del edificio
26 jun 2019 . Actualizado a las 19:27 h.El antiguo hospital xeral de Lugo encarrila su demolición total. Hoy iniciaba la última fase, que durará tres meses, y en la que ya podrá intervenir la maquinaria. Atrás quedan otros siete meses de trabajo manual en un edificio «grande y complejo», según explicaba Santiago Catalán esta mañana a pie del inmueble. El arquitecto encargado de las labores de destrucción describía lo que ha costado su descontaminación, una labor «penosa» porque los trabajadores no podían pasar más de cuatro horas dedicados a la retirada del amianto, presente en varias partes del edificio y a cuya retirada se han destinado casi 800.000 euros. La obra completa lleva aparejado un coste de 3.170.000 euros y se han podido revalorizar los metales presentes en la maquinaria del edificio, por valor de 400.000 euros.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, supervisaba los trabajos esta mañana en Lugo. Enmarcaba el proyecto en el plan del gobierno gallego para hacer las ciudades «agradables» y lo calificaba como un «reto enorme e ilusionante». Serán dos hectareas que han dividido al barrio durante años y que en palabras de Feijoo «tornarán a os veciños». El complejo, detallaba, acogerá seis actuaciones y estará dotado de servicios sanitarios gracias a un centro integral de salud, zonas verdes, un centro de emprendimiento o una residencia de mayores.
Elsa Urquijo ha sido la ganadora del concurso de ideas para el primer objetivo, una residencia de mayores. El presidente gallego detallaba que tendrá 120 plazas y que mañana mismo licitarán también el centro integral de salud por otros 12 millones de euros. Explicaba además que en el centro de emprendimiento se destinará a la aeronáutica y estará omunicado con Rozas, «para facer de Lugo a capital da aeronáutica de Galicia». El complejo contará también con una central de biomasa para dar energía a los diferentes edicios, que se basarán en un modelo verde.
Lara Méndez, presente en el acto, pedía que se mantuviera «o ritmo 5G para que Lugo siga sendo un referente» y que pueda dotarse a la ciudad de las infraestructuras necesarias. Hablaba de la necesidad de este proyecto para la ciudad, que romperá la discontinuidad urbana generada en este barrio con el edificio.
Confían las autoridades que la demolición se haya completado en octubre de este año.