Coco, el cabrito africano que pasea feliz por las calles del centro de Lugo

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El animal es propiedad del «okupa legal» de una casa del Carril das Hortas

22 jul 2018 . Actualizado a las 22:53 h.

Desde hace unos días, una cabra africana pasea feliz por las calles del centro de Lugo. Se llama Coco y es un macho joven que acompaña a su amo, Francisco Vacas, uno de los «okupas legales» (como él asegura) más populares de la ciudad, entre otras razones porque hizo que la casa tapón del Carril das Hortas en la que habita sea una especie de vergel poético.

El cabritillo es la mascota de este madrileño que vino a Lugo allá por el año 2009 y se quedó. Asegura que llegó a un acuerdo con un conocido constructor para ocupar una casa a cambio de cuidarla. Francisco cumplió con creces su palabra. Convirtió la vivienda en una de las más llamativas del barrio. Está rodeada de plantas y flores y también de carteles con frases en latín. «Cree en ti mismo. Señor, tu eres mi Dios en todos los lugares y en todos los tiempos», dice uno de los letreros colgado en una ventana.

El morador de esta casa siempre sostuvo que había que dar «dignidad» y vida a los barrios y que una casa, aunque no sea en propiedad, no es para destrozar sino para cuidar y atender.

Coco no es el primer habitante de cuatro patas de la casa que dispone de huerta y un espacio para el cobijo de animales. Allí está también la gata Lía, a la que Francisco recogió un día cuando deambulaba por la calle. Tenía una pata destrozada, la llevó al veterinario y le ofreció su casa. Cuando la gata se pone revoltosa le advierte: «Si no estás a gusto aquí, ya sabes: vete». «Yo quiero que quienes estén conmigo se encuentren a gusto», apuntó. Y el cabritillo Coco, lo está. Pasea distraído amarrado a un arnés y a una cuerda.

Hace un par de días, cuando el animalillo paseaba por Santo Domingo, numerosos viandantes se pararon para hacerle fotos que llegaron con rapidez a las redes sociales. Algunos incluso recordaron a la «cabritinha» del portugués Quim Barreiros, el cantante que lleva años «paseando» la canción de la cabrita por las verbenas de media Galicia y Portugal.

Cuando Coco baja con su amo por San Pedro hacia su casa, es la atracción para muchos. Va limpio como una patena y con un pelo lustroso. Y es que el cabritillo duerme en un recinto que su amo limpia absolutamente todos los días.

Curioso y ágil, el animal se presentó ayer delante del consistorio lucense con su amo poco después de que los ediles del Bloque hubiesen explicado detenidamente cómo hacer trampas para cazar avispas velutina. El cabrito posó feliz para algunos fotógrafos e incluso, con toda tranquilidad, olisqueó el objetivo de alguna máquina. Los expertos consideran a estos ejemplares muy inteligentes, curiosos y capaces de hacer todo tipo de ejercicios circenses.

La cabra enana africana, raza a la que pertenece el cabritillo que se pasea por Lugo, es de una de las más pequeñas en tamaño de la especie porque no excede de los 45 centímetros de alto. Dicen los veterinarios que los machos pueden pesar hasta 40 kilos pero lo habitual es que no pasen de los treinta. La longevidad se sitúa en entre los 10 y los 15 años.

Francisco Vacas posee también en su casa un gallinero. Hace algún tiempo tenía cinco gallinas y un gallo, pero finalmente este último acabó en la cazuela. Los huevos que le sobran, asegura, se los quitan de las manos. Tiene ya como clientas fijas a algunas vecinas de la zona.

Aprovechando los locales que tiene en la zona de huerta de la casa del Carril das Hortas, montó un taller para reparar bicicletas y algunos electrodomésticos que acaban tirados en la basura porque dejaron de funcionar muchas veces por un fallo fácilmente reparable. También restauró un viejo horno de galletas.

El animal, curioso e inteligente según los expertos, es de raza africana