Guardia Civil y Concello se enfrentan por los daños causados por un bordillo

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

La Benemérita quiere cobrar los desperfectos que tuvo un coche de Tráfico

25 jul 2017 . Actualizado a las 11:09 h.

La Guardia Civil y el Concello de Lugo mantienen una pugna debido a los daños que tuvo un coche patrulla de Tráfico y que, supuestamente, fueron ocasionados por un bordillo de la primera rotonda que hay en la avenida de Madrid, entrando en la ciudad. La Benemérita quiere cobrar los desperfectos ocasionados en el patrullero y los servicios jurídicos del Ayuntamiento dicen que no procede indemnización de ningún tipo. Ahora, los guardias pueden presentar un recurso de reposición en el consistorio o ir al Juzgado Contencioso Administrativo.

La pugna tiene su origen a finales del mes de agosto de 2015. Fue entonces cuando la Guardia Civil presentó la reclamación por los daños ocasionados en el vehículo que chocó contra el bordillo que delimita la calzada con la zona ajardinada en la glorieta de incorporación a la avenida de Madrid, en la confluencia con la N-VI y el vial de acceso al paseo del Rato. Esos daños, según los reclamantes, son consecuencia del funcionamiento de los servicios municipales.

La Benemérita acompañó la reclamación de una factura y de un informe de atestados de la Policía Local constatando la existencia del daño. Pero todo esto no basta, dicen los jurídicos del organismo municipal porque, apuntan, es necesario verificar la existencia de una relación causal directa e inmediata entre el daño y la actuación administrativa.

El atestado explica que el guardia conducía el coche oficial por el carril interior de la glorieta, pero tuvo que desviar ligeramente la trayectoria para evitar una colisión lateral con un coche que iba por el exterior pero invadió parcialmente el sitio por el que iban los agentes. Esta circunstancia motivó que el vehículo policial impactara con el bordillo, lo que provocó la rotura de los dos neumáticos izquierdos, así como daños en las llantas. El informe dice que las gomas se rajaron al rozar con la parte seccionada del bordillo. Reseña que no hubiese ocurrido eso si las piezas del bordillo se encontrasen debidamente unidos.

Los jurídicos del Concello de Lugo le quitan la razón a la Benemérita y consideran que ha de ser quien pague los daños. Advierten que el polémico bordillo está fuera de la línea de rodadura exterior que marca el perímetro de la calzada, delimitada por una línea continua blanca. «En ningún caso el bordillo «seccionado» situado fuera de la línea de rodadura puede constituir un funcionamiento anormal del servicio de mantenimiento de la vía pública, que resulta ser el afectado por la reclamación presentada, al no tratase de un obstáculo existente en un espacio dedicado al tránsito de vehículos que aquel está encargado de proteger y conservar», dice el informe que recoge una sentencia del Supremo para avalar las tesis.

«En definitiva -dice el informe municipal- el daño no resulta imputable a la Administración por entender que, para evitar una situación de riesgo creada por un tercero, que por si misma ya conlleva ruptura de la necesaria relación de causalidad, impacta contra un bordillo situado fuera de la línea de rodadura, por lo que la reclamación debe ser desestimada». El asunto podría resolverse en otras vías.

La Policía Local da la razón en el atestado a los guardias, pero no así los juristas