El Concello no logra cerrar los pubs que tienen decenas de denuncias

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

Los ruidos y otros incidentes que molestan al vecindario no son motivo de precinto

23 jul 2017 . Actualizado a las 23:32 h.

Los locales de hostelería que soliviantan al vecindario por la emisión de ruidos y acumulan numerosas denuncias, siguen funcionando con total normalidad. El concejal Daniel Piñeiro, explicó ayer a ediles de la oposición, en el transcurso de la reunión de una comisión, que su cierre plantea multitud de dificultades para el Ayuntamiento como consecuencia de la normativa.

En esa reunión, el concejal del equipo de gobierno respondió a preguntas que le formularon sobre el Mango, el polémico negocio ubicado en el número 11 de la calle Cabanillas. La sala funciona hasta casi el mediodía. Forma parte de lo que en la zona bautizaron como el triángulo de las Bermudas porque serían tres los establecimientos que, según algunos vecinos, generan problemas serios y que motivan frecuentes intervenciones, tanto de las policías nacional y local.

El Mango, según consta en los registros del Concello, contabilizó dos denuncias de la Policía Local por cuestiones relacionadas con la música en el mes de mayo de 2016 y otra en diciembre del mismo mes y otra por exceder del horario de cierre, que fue formulada este año.

Piñeiro contó a los ediles de la oposición que hubo casos en los que el Concello actuó precintando los aparatos de música de los establecimientos. La medida no sirvió de mucho porque, al parecer, en algún caso levantaron los precintos y en otros siguieron funcionando con otros emisores diferentes.

«Aínda que a Policía Local fai un rigoroso seguimento aos establecementos que incumpren a normativa de ruído atopámonos que, en base a licenza que teñen os locais, o Concello pode sancionar por ter a música moi alta e molestar ou pechar logo dos horarios establecidos, pero levar a cabo clausuras por estas dúas cuestións resulta moi difícil. Non se trataría de incumprimentos que suporían o peche», explicó Daniel Piñeiro. En opinión del edil socialista, la institución municipal lo tendría más fácil para decretar la clausura si los establecimientos vulneraran alguno de los aspectos de la licencia relativo a las instalaciones como, por ejemplo, la supresión de puertas, la colocación de barras u otros elementos en zonas no autorizadas o la falta de medidas de seguridad para los clientes. «O peche -recordó Piñeiro- podería executarse en caso dun incumprimento do proxecto autorizado, como por exemplo a modificación de saídas de aire ou outras alteracións notables. Nese caso o peche podería executarse polo menos hasta que o local se adaptase ao proxecto autorizado».

Dos mil euros de multa al Euphoria, de la ronda, por ruidos y estar abierto a las 7,15

El Euphoria, pub que está en el 165 de la ronda da Muralla, tiene actualmente en trámite dos expedientes abiertos por el Concello. Uno de ellos consiste en una multa de 2.000 euros porque, según el atestado de la Policía Local, el día 6 de diciembre de 2016, funcionaba en horario nocturno con las puertas abiertas; los días 26 y 29 del mismo mes y año, transmitía niveles sonoros por encima de los límites admisibles. Además los agentes apreciaron que el equipo limitador de sonido estaba averiado. Las puertas del establecimiento tampoco eran estancas.

Un ingeniero comprobó en una inspección que el local presentaba deficiencias en las puertas y que tenía un limitador musical diferente al autorizado.

A mayores de esa sanción, la empresa propietaria del establecimiento se enfrenta a otra de 406 euros. Esta es por estar abierto el pasado 14 de junio a las siete y cuarto de la mañana. En el expediente se advierte que el local tiene licencia de café cantante.

Unos, sí; otros, no

Resulta llamativa la política del unos, sí; otros no. En Lugo parece estar muy implantada. Cualquier particular que afronte una obra que sea visible desde el exterior corre el riesgo de ser «acribillado» con inspecciones y obligado a cumplir la más mínima exigencia. Pero resulta que hay una serie de señores que tienen carta blanca para pasar por encima de los derechos de todos los demás y no ocurre absolutamente nada. Lamentable.