Partituras que son palomas y niños de tres años que cogen la batuta

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Xosé Carreira

Músicos de la banda municipal de Lugo dieron una clase a estudiantes del colegio Quiroga Ballesteros

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Música y magia. Esos son los dos ingredientes de los conciertos didácticos que llevó a cabo este año el Concello de Lugo en varios centros educativos. Y con ambos divertimentos, en un colegio, puede pasar absolutamente de todo. Fue lo que ocurrió en la última de las actuaciones de la banda municipal de música y el mago David para más de medio centenar de jóvenes escolares del Quiroga Ballesteros. En ese minifestival, que tuvo como espectadoras a la alcaldesa, Lara Méndez y a la concejala Ana González Abelleira, las partituras volaron en forma de paloma y una vieja radio se elevó a los aires de manera misteriosa. Los pequeños se quedaron con la boca abierta mientras los músicos, vestidos de mago, ofrecían pequeños pasajes de conocidas piezas musicales.

«Que comece a fantasía!». Ese fue el pistoletazo de salida del espectáculo educativo que entretuvo a alumnos, profesores y a autoridades. El mago David, encargado de llevar el espectáculo, fue demostrando sus habilidades y, a la vez, explicando a los niños algunas cuestiones, como, por ejemplo, que una banda sin partituras ofrece un espectáculo desastroso. Sus partituras acabaron convertidas, por arte de magia, en objetos voladores.

Para que los escolares pudieran ver los instrumentos de los que les habló la profesora de música en clase, los músicos les hicieron demostraciones, y el mago sacó un gigantesco blog para que el joven público interactuase con el director y conociese las peculiaridades de cada uno de los 18 instrumentos que llevaron a la actuación educativa.

Uno de los momentos estelares fue cuando pidieron un voluntario para hacer de director, para quitarle el puesto por un momento a Aquilino. Y el voluntario fue Alí, un niño de 3 años de origen árabe. Con cierta timidez inicial, pero demostrando dotes a medida que se iba haciendo fuerte sobre la tarima, ordenó a los músicos que tocasen la melodía de La pantera rosa.

La alcaldesa, disfrutó viendo las caras de los niños y, sobre todo, la participación. La regidora lucense no es una advenediza en cuestiones musicales. Aprendió por su cuenta a tocar la pandereta y actuó en un grupo de música gallega de San Cibrao. Participó, incluso, en algún concierto internacional, uno de ellos en Buenos Aires. Pero ahora las partituras para ellas se convirtieron estas últimas temporadas en facturas que era necesario pagar y que se le atascaron como consecuencia de los reparos de algunos técnicos y también del veto del PP y del concejal de Izquierda Unida. Los conciertos didácticos se acaban con una actuación prevista para dentro de unos días.