El fiscal recoge en su escrito que recibió 54 puñaladas y que tardó al menos dos horas en morir
23 may 2017 . Actualizado a las 15:21 h.El fiscal solicita 27 años y dos meses de prisión para Ibrahima Ndiaye, el presunto homicida de la joven de 24 años Tatiana Vázquez, que apareció muerta en el interior de un coche, aparcado en el barrio lucense de San Fiz, en la mañana del 9 de abril. El ministerio público solicita en el escrito de calificación, que acaba de trascender, 25 años de cárcel por asesinato y dos años y medio por violencia habitual en el ámbito familiar.
El fiscal recoge en su escrito que la joven recibió 54 heridas con arma blanca. La muerte, según el fiscal, no le sobrevino de manera instantánea, sino que tardó al menos dos horas.
Según el fiscal, Ibrahima Ndiaye, que tiene antecedentes penales por tráfico de drogas, mantuvo una relación sentimental con la joven durante más de seis años, en los que hubo "episodios de convivencia". En estos años Tatiana Vázquez sufrió "menosprecios, vejaciones y agresiones físicas, con el fin de imponer su voluntad sobre la de ella, menoscabando gravemente la armonía de la pareja". La joven no quiso denunciar los hechos "porque temía su venganza y sus reacciones violentas".
El escrito de calificación recoge que el joven, de origen senegalés, y la vecina de Castro de Rei estuvieron en la habitación de una pensión de la Ronda da Muralla sobre las cuatro menos cuarto de la mañana del día del crimen. Permanecieron allí durante media hora. Después ambos subieron al coche del padre de ella, que Tatiana condujo y estacionó en la calle Fonte da Bica, de Lugo.
Según el ministerio público, "el acusado, que había decidido acabar con la vida de T, aprovechando su superioridad física y de que nadie podría acudir en su defensa, la atacó cuando estaba dentro del coche, utilizando un cuchillo o arma blanca similar, con una hoja de al menos 11 centímetros de longitud, que clavó en su cuerpo repetidamente, hasta en 54 ocasiones, provocándole múltiples heridas inciso-contusas, sabiendo de este modo aumentaría el sufrimiento de la víctima hasta que se produjera su muerte, que también buscaba".
El fiscal reclama también indemnizaciones de 215.000 euros para los padres y el hermano de la víctima.