La sentencia condena al acusado a pagar 1.290.451 euros a su víctima. Es una cantidad muy elevada, pero los jueces dejan escrito que no es suficiente para resarcir a la víctima. «Las lesiones y secuelas resultan de tal entidad -argumenta el tribunal -que no resulta fácil determinar cuál pudiera ser la cantidad económica que permitiera entender como indemnizada o reparada la situación en la que ha quedado de manera irreversible la mujer lesionada, resultando evidente que no resulta posible resarcirla con dinero».
Tras lo ocurrido aquel 27 de agosto, Sonia F.D. tuvo que pasar 212 días hospitalizada, primero en Lugo y después en un centro de rehabilitación cerca de Barcelona. Tres años después, la mujer precisa que alguien la lleve en silla de ruedas cuando tiene que desplazarse y requiere ayuda de forma permanente para todas las actividades básicas de la vida diaria, además de una vivienda con instalaciones adaptadas a su estado.
El tribunal calculó el importe de la indemnización en función del dinero ya gastado en la asistencia especializada a la víctima y los que tendrán que afrontar ella y su familia el resto de su vida.