Un buen comienzo con muchas posibilidades de mejora

LUGO CIUDAD

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque la gestión municipal del Concello de Lugo es claramente mejorable a juicio de los entendidos, a la vista de las encuestas parece que Lara Méndez ha sabido vender sus dos primeros años de gestión para alcanzar e incluso superar ligeramente en estimación de voto al PP, volviendo a poner por delante al PSOE en número de concejales.

En este avance del PSOE sobre el PP, hay quizá una parte que no es mérito de la alcaldesa, sino demérito del PP, como, por ejemplo, oponerse al pago de facturas atrasadas a empresas y a la protectora o bloquear el presupuesto municipal, por referirse solo a algunas decisiones recientes. Remontándonos hacia el pasado, tampoco le ayudaron nada las divisiones internas al PP, que aparece en los medios casi tanto por sus conflictos internos como por sus gestiones en positivo hacia la ciudadanía. Sin olvidar el coste que para los populares tiene, y aún va a tener, un auditorio construido por la Xunta que no se podrá abrir porque no está amueblado, o el cuartel de San Fernando, que sigue en ruina afeando el casco histórico.

Pero en ese ascenso del PSOE también habría responsabilidad de Lara Méndez, que tras llegar a la alcaldía ya empezó a estar en la calle, como ya no hacía Orozco en sus últimos tiempos. Y tomó decisiones valientes nada más llegar, como intentar cambiar el sistema de pago por aparcar (ORA), que en la práctica fue una supresión del sistema y supuso una mejora para los ciudadanos sin empeorar la capacidad de aparcamiento. Luego vino la reducción de velocidad en la Ronda y el empoderamiento de los ciclistas, que cuando se complete con la sustitución de semáforos por rotondas puede ser el gran cambio de la ciudad y una medalla de oro para la primera alcaldesa, si consigue ese tráfico continuo, lento y respetuoso con el peatón de las pequeñas ciudades del centro de Europa.

También hay que poner en su cuenta de resultados que la Policía Local haya vuelto a funcionar (con exceso de celo incluso estos días), que quizá le permitirá erradicar incluso los colapsos de papás-cocheros a las puertas de los colegios, un último viejo vicio de mentalidades rurales que van en coche a todas partes.

Y luego está el capítulo de obras e inversiones, casi por completo aún en los papeles más que en la realidad. Porque al margen de la plaza de abastos aún sin terminar, casi todo son proyectos de futuro. Pero si llega a cuajar en Quiroga Ballesteros la cubrición de la primera calle de una ciudad gallega, y si el plan Dusi realmente consigue conectar la muralla con el río a través de una gran zona verde, los pequeños avances de la encuesta de hoy pueden convertirse en una verdadera ola que se llevaría incluso al nuevo PP.

Todo dependerá de si Lara Méndez es capaz de hacer trabajar a los funcionarios, con o sin nueva relación de puestos de trabajo, que eso al ciudadano le importa un bledo. De si es capaz de que la gestión avance a ritmo de siglo XXI y no de funcionario, y de si algunas concejalías como Cultura son más fuente de votos que de problemas. Si es así, las encuestas seguirán sonriendo.