Juzgan al hostelero que disparó a su novia en las fiestas de Chantada

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El acusado se enfrenta a una pena de 17 años de cárcel por pegar un tiro en la cabeza a la mujer

11 may 2017 . Actualizado a las 12:58 h.

En la tarde del 26 de agosto de 2014, mientras Chantada celebraba sus fiestas patronales, recibió un tiro en la cabeza y sobrevivió. A día de hoy, la víctima, S.F.D., es una mujer «totalmente dependiente», que «no se rige por ella misma», según señaló la abogada de la acusación particular antes del inicio del juicio que ayer comenzó en la Audiencia Provincial de Lugo a Antonio Fernández Fente. Está acusado de asesinato en grado de tentativa de la mujer que hasta esa tarde fatídica era su compañera y con la que compartía trabajo en la chantadina hamburguesería Piscis, escenario del suceso. La fiscalía y la acusación particular piden 17 años de cárcel, 14 por la tentativa de asesinato y tres por tenencia ilícita de armas. La estrategia de la defensa se basa en que el acusado había consumido cocaína (había droga en casa y en el bar) previamente.

En la sesión de ayer, entre otros testigos, declaró por vídeoconferencia una hermana, por parte de madre, de la víctima. Entre otras cosas, señaló que su hermana está atendida por familiares cercanos, recuperándose de las lesiones; al principio, explicó, quedó en estado casi vegetativo. Los daños, puntualizó, fueron muy graves y es un milagro que siga ahí. De hecho, parece que los médicos les indicaron en algún momento que sería necesario desconectarla de las máquinas, pero ellos (los familiares) se negaron. Se está recuperando poquito a poquito como si fuese un bebé, manifestó. La mujer tenía entonces, según dijo, 32 o 34 años, no supo precisar. En su testimonio, esta mujer recordó que habló por teléfono con la víctima aproximadamente un año antes del suceso y la notó muy desganada, muy pasota. En otra ocasión, según aseguró sin precisar cuándo, le dijo a su hermano que estaban ocurriendo cosas graves. Declaró que en una especie de doble fondo de una caja aparecieron notas de su hermana, «escritas con nervio» en las que figuraban códigos y contraseñas.

Ayer declararon, además de los camareros, los tres agentes de la Policía Local de Chantada que acudieron a la hamburguesería, que ese día estaba cerrada, así como los agentes de la Guardia Civil que efectuaron los informes, además de los sanitarios que prestaron los primeros auxilios a la mujer. Los agentes locales explicaron que el acusado se negó a abrir la puerta del local y para entrar tuvieron que romper una cristalera. Ofreció resistencia a la detención. Se negó incluso a abrir la puerta para evacuar a la herida, que fue sacada por la misma cristalera por la que entraron los agentes. En alguno de los testimonios se apuntó que el detenido habría aludido a la posibilidad de que la mujer tuviese otra relación.

La acusación particular pide 1,2 millones de indemnización.