Investigan cómo salvó Magadán en 1910 la cabeza de Venus y el ara de Júpiter

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

cedida

Dos piezas de referencia que formaron parte del inicial Museo Arqueológico de Lugo

11 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Frente al Círculo de las Artes, donde hoy se alza el inmueble número 4 de Bispo Aguirre, se descubrieron en 1910, en la preparación del terreno para la construcción del primer edificio levantado en este solar, dos piezas de referencia entre los descubrimientos arqueológicos en Lugo: una cabeza de mujer, seguramente de Venus, y un ara votiva dedicada a Júpiter. Numerosos estudiosos han trabajado sobre ambas piezas. Ahora la investigadora Carmen Sánchez Milão, licenciada en Geografía e Historia, y trabajadora del Archivo Provincial, investiga cómo se salvaron dichas piezas gracias a la curiosidad, conocimientos y tesón de Manuel Magadán Quintela, el dueño del solar en el que fueron halladas.

En el terreno citado fue localizada primero la cabeza de mujer, en mármol (Milão señala que nunca se llegó a efectuar un análisis químico que permita afirmar con rotundidad que se trata de este material) y después el ara dedicada al dios Júpiter. Aparecieron otras tres aras, pero Magadán -dice Carmen Sánchez- no llegó a tiempo de evitar que quedasen incorporadas al edificio.

Magadán puso el hallazgo en conocimiento de reputados especialistas en Historia. Uno de ellos, explica Sánchez Milão, Fidel Fita, entonces director de la Real Academia de la Historia; Antonio López Ferreiro, deán de la catedral de Santiago, y Cándido Romeo. En el Museo Diocesano se conservan, señala la investigadora, de Fidel Fite a Cándido Romeo y otra de López Ferreiro a Magadán.

La investigadora ha recurrido a distintos archivos y aún tiene esperanza de encontrar nuevas cartas en las que los investigadores tratan sobre dichas piezas. El hallazgo de estas fue noticia que tuvo amplio eco en los medios de comunicación de la época, y tuvo reflejo, entre otros, en El Progreso, El Norte de Galicia, el diario de Mondoñedo y el Almanaque Gallego (Buenos-Aires). Fidel Fita escribió un artículo en el Boletín de la Academia, con el título Nuevas lápidas romanas del norte de Galicia.

La investigadora Carmen Sánchez destaca el hecho de que Manuel Magadán guardó en su casa las piezas halladas en el solar hasta que en 1918 se fundó el Museo Arqueológico Lucense, que estaba ubicado en el Seminario, y fue el principio del Museo Diocesano. Este último se creó a raíz de la localización de la necrópolis existente en el antiguo campo de la feria de Lugo, donde hoy se encuentra la estación de autobuses. A este respecto, cabe recordar los hallazgos realizados durante la construcción del aparcamiento subterráneo, así como los restos aparecidos durante las recientes obras en la antigua cárcel, que pueden ser visitados porque fueron musealizados mediante una ventana arqueológica.

Magadán, antes de la creación del museo en Lugo, escribió a Fita, director de la Academia de la Historia, para saber si la cabeza de Venus podría ser aceptada en el Museo Arqueológico Nacional.