La crisis se llevó la ilusión del AVE a Lugo

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ministerio de fomento

La reforma de la vía podría no estar en el 2020 si se tiene que hacer un nuevo informe de impacto ambiental

10 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, cuando se entrevistó con la alcaldesa de Lugo, como esta semana el portavoz del PP en el Senado, el lucense José Manuel Barreiro, fueron claros: Lugo tiene que estar conectado en tren con Madrid en tres horas y en el menor tiempo posible de ejecución de las obras que lo permitan.

A la vista de las inversiones detalladas en el proyecto de presupuestos del Estado surgen muchas dudas de que se alcance el objetivo de las tres horas y, sobre todo, que se pueda modernizar la vía entre Lugo y Ourense para cuando llegue el AVE a Galicia, entre el 2019 y el 2020.

Esta semana, a la vista de las cuentas del Estado, los empresarios lucenses, a través de su consejero delegado, Eduardo Valín, apuntaban que los plazos de modernización propuestos por el Gobierno «no podrá ser ejecutada puesto que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) está ya caducada y, sin ella, esta inversión tendrá un retraso mínimo de uno o dos años más».

En concreto, la DIA del proyecto constructivo de la variante de Canabal, del 2005, y del estudio informativo del tramo Ourense-Monforte-Lugo (2003), aprobado en el 2008, estarían caducadas según la ley de evaluación ambiental de diciembre del 2013 en la que se indica: «Las DIA publicadas con anterioridad a la entrada en vigor de esta ley perderán su vigencia y cesarán en la producción de los efectos que le son propios si no hubiera comenzado la ejecución de los proyectos o actividades en el plazo máximo de seis años desde la entrada en vigor de esta ley».

Pero al margen de los plazos y las cuestiones administrativas, Lugo ha perdido, por el momento, el tren de la alta velocidad. El plan del infraestructuras 2000-2007 señalaba, por primera vez, que a Lugo llegaría la alta velocidad. Ese plan, refrendando en el Plan Galicia y en el Pacto do Obradoiro, fue ratificado en sucesivos proyectos de diferentes gobiernos pero el estallido de la crisis obligó a paralizar todos los procesos puestos en marcha y a replanificar las obras.

Terminaba el sueño de la alta velocidad a Lugo. Las eternas obras de la variante de A Pobra de San Xiao, 7,5 kilómetros -que iniciaron su andadura a finales de 1999, con la licitación de su estudio informativo y que 18 años después está a punto de finalizarse- son un ejemplo del estancamiento. Ahora, como destaca el proyecto de presupuestos del 2017, «está previsto el inicio de estudios de las actuaciones que permitirán el traslado de los beneficios de la línea de alta velocidad Madrid-Galicia en las conexiones con Lugo». Eso, el AVE de Lugo estará en Ourense.