Una pareja de extranjeros vuelve por segunda vez a una finca de Vilalba a robar material agrícola
LUGO CIUDAD
Una mujer de Rioaveso intentó hacer frente a los ladrones cruzando su coche cuando los cacos huían de la zona
29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una vecina de San Xurxo de Rioaveso, en el municipio de Vilalba, denunció ante la Guardia Civil el robo de diversas herramientas y aperos de labranza que tenía guardados en un alpendre de su propiedad.
Según indicó la afectada, el pasado viernes, sobre la una y media de la tarde, dos personas accedieron con una furgoneta a una explanada colindante a su vivienda y entraron en un alpendre que se encuentra en su finca.
Tras observar como los dos individuos abandonaban su propiedad llevándose varios enseres, la mujer decidió hacerles frente. Cogió uno de sus vehículos e intentó cruzárselo para que los cacos no pudieran darse a la fuga. Mientras intentaba obstaculizar su salida, la mujer les gritaba: «¿No os llegó lo que os llevasteis de la otra vez?».
Según indicó la denunciante, después de que la pareja abandonara la explanada, echó en falta diverso material agrícola entre el que se encuentra una motosierra, una desbrozadora, así como varios hierros y herramientas de un cobertizo. Un material agrícola que valora en algo más de 400 euros.
Dos viejos conocidos
Según indicó esta vecina de Vilalba, no es la primera que estas dos personas acuden a la zona para hacer de las suyas. En este sentido, manifestó que los autores que acudieron el pasado viernes a su finca, cree que son los mismos que el pasado día dos de marzo también estuvieron rondando por la zona de A Terra Chá y fueron denunciados por robar presuntamente diversos enseres de algunas casas, por eso la mujer les gritaba a los dos ladrones si no les había sido suficiente con lo robado días atrás.
Según la denuncia, podría tratarse de una conocida pareja de origen rumano y cuyas iniciales corresponden a A.I y V.G.
Zona muy comunicada
La zona de A Terra Chá se está viendo muy afectada por robos de personas extranjeras que viajan a bordo de furgonetas o camionetas, y que casi siempre usan la estratagema de que son compradores de chatarra para moverse a sus anchas por los pueblos. La zona chairega, muy comunicada por pistas en todas sus parroquias, permite que estas personas abandonen el lugar por diferentes circuitos sin poder ser detenidos.