La historia del Verruga llega a Madrid

LUGO CIUDAD

José María Carrascal apoyó la presentación en la Casa de Galicia del libro que narra las anécdotas y las recetas del mítico restaurante lucense

23 mar 2017 . Actualizado a las 23:36 h.

Los ecos de la historia del restaurante Verruga llegaron en la tarde de este jueves a Madrid, en concreto a la Casa de Galicia, donde se presentó el libro «Restaurante Verruga: historias y recetas», donde se recogen anécdotas y consejos culinarios de este mítico local de Lugo, que hace poco más de un año, tras casi 65 de servicio, cerraba sus puertas por jubilación de sus propietarios. La presentación, muy concurrida de público, contó con la presencia de los autores y editores del volumen, Miluca Real Vázquez y Luis Latorre Real, así como del prologuista, el periodista José María Carrascal, y la coordinadora de Actividades Económicas de la Casa, Ana Rodríguez, que lo hizo en nombre del delegado de la Xunta de Galicia y director de la Casa de Galicia, José Ramón Ónega, también lucense.

 Rodríguez apreció que los autores del libro, «utilizando el local como protagonista, han querido reflejar una parte muy interesante de la historia de Lugo y de los lucenses que fueron clientes de la casa». Por su parte, Miluca Real Vázquez hizo un repaso por la trayectoria del restaurante, basada en la tradición culinaria gallega y en la calidad del producto. La historia del Verruga está asociada a su madre, Emilia Vázquez -fundadora del restaurante junto a su marido Cándido Real- y la del matrimonio formado por la propia Miluca y su esposo Luis Latorre, que estuvo 40 años vinculado al negocio desde el mismo día de su boda.

Miluca Real yuvo un emocionado recuerdo para todo el personal del Verruga que durante tantos años colaboró en el éxito del restaurante e hizo una especial mención a Carlos Rodríguez, el que fue cocinero del prestigioso restaurante Currito de la Casa de Campo de Madrid, «maestro y amigo que ayudó notablemente al éxito del Verruga y a su renovación»

Miluca hizo una encendida defensa de la cocina tradicional, de su validez como cocina de calidad frente a las modas, «legítimas», de la llamada nueva cocina. «Ambas son perfectamente compatibles, pero hay que luchar contra esa idea preconcebida de que solo la nueva cocina refleja calidad. La cocina de siempre, la tradicional de nuestras madres y abuelas es como mínimo igual de buena que las demás», subrayó.

Por su parte, Luis Latorre, hijo de Miluca y editor del libro, habló sobre las dificultades que un escritor afronta a la hora de sacar a la luz su «hijo cultural», de la importancia que tuvo, a la hora de llevar a cabo el proyecto, el apoyo de José María Carrascal al escribir el prólogo desinteresadamente y de la vertiente benéfica del libro, ya que una parte de los beneficios que generen sus ventas se destinarán a la asociación Aspnais. Hizo por último un recordatorio de la figura de Patiño, el gran pintor gallego que hizo un cuadro para el Verruga que ilustra la portada del libro. Madre e hijo recordaron también anécdotas contenidas en el libro, entre ellas la de Adolfo Suárez y la de Charlton Heston.

Carrascal, que vivió en Lugo durante años en su infancia, se refirió a la dificultad que entraña destacar en el ámbito en el que lo hizo el Restaurante Verruga, el de la restauración de Lugo, «debido a la tradición, la oferta, la pericia y la competencia que en ese campo reúne la ciudad». Rememoró el local como punto de encuentro y lugar de largas reuniones en torno a la mesa y ensalzó la comida tradicional frente a nuevas tendencias. «En el Verruga, nadie podía sentirse engañado y la sorpresa solo podía llegar por la excelencia de la condimentación, en la que no se había ahorrado en calidad ni en tiempo invertido en ella», añadió el que fuera uno de los conocidos comensales del Restaurante Verruga.