Los extraños inicios del proyecto para rehabilitar la Fábrica da Luz

La Voz LUGO / LA VOZ

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El Concello envió a Inca el anteproyecto de la obra, que redactó un ingeniero de Norvento

22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresa concesionaria del proyecto de rehabilitación de la Fábrica da Luz en Lugo, Inca Group Ingeniería, ante las sospechosas dilaciones por parte de las administraciones, y tras haber iniciado ya varias denuncias penales, entre ellas contra el presidente de la Hidrográfica y otros cargos, decidió pedir toda la documentación obrante en el Concello desde el inicio del proyecto. Y entre la documentación que le entregó el consistorio está el anteproyecto original de rehabilitación de la Fábrica da Luz, que fue redactado por el ingeniero Nicolás Louzán Pérez.

Este ingeniero trabajaba entonces y todavía lo hace hoy para la empresa energética Norvento, según su perfil profesional. Firmó la presentación de dicho anteproyecto en agosto del 2006, en donde figura que el promotor va a ser el Ayuntamiento de Lugo pero que como «no dispone de medios para asumir directamente la explotación y mantenimiento de esta minicentral», optará por la concesión a una empresa privada.

Una larga historia

En dicho anteproyecto, el propio redactor explica que la fábrica fue restaurada en el año 98 con un obradoiro de empleo; recuerda que luego se hizo un proyecto para su musealización y puesta en producción, pero que el ayuntamiento decidió dejarlo desierto y pedir un estudio más amplio del proyecto. Ese estudio más amplio es el presentado en agosto del 2006 el ingeniero Louzán, con un presupuesto total de ejecución de 815.000 euros. Ese proyecto lo aprobó el concello 4 años después, en noviembre del 2.000, para sacar a concurso. Se presentaron las empresas UTE Ancaria-Fundación Lucus Augusti, Norvento, Inca, Electrorayma. Ganó el concurso Inca, que ahora ejecuta las obras.

Todo la obra, con notario

Desde esta empresa explican que protocolizaron ante notario todas las cartas y comunicaciones de paralización y reinicio de las obras. Incluso tienen registrados notarialmente los plazos de silencio por parte de todas las administraciones, haciendo consumir plazos y dejando las obras paradas de un año para otro, hasta llegar a la situación actual.

A día de hoy, la Confederación Hidrográfica todavía no le contestó el Concello una solicitud de noviembre para ampliar la concesión del aprovechamiento hidrológico del Miño. Tampoco le contestó los recursos a las dos sanciones que le impuso al concello durante el año pasado, una de 215.000 euros y otra 5.000. Sanciones por supuestos incumplimientos que fueron obligados por las decisiones de la propia Confederación, y sobre los que la empresa también levantó actas notariales.

La Xunta por su parte tampoco contestó a los nuevos proyectos de conservación de fauna y flora del río, que exigieron hacer de nuevo y por tanto de dudosa validez legal, ya que estaban previamente aprobados por el BOE en el estudio de impacto ambiental.

Las paralizaciones

Las paralizaciones de las obras comenzaron al mes de iniciadas, el 15 de diciembre del 2015, tras la concentración de diez miembros de la plataforma «Lugo cara ao Miño» y Adega. Por aquellos actos la empresa denunció a tres de ellos por coacciones, que comparecieron anteayer en un juicio. Las paralizaciones las ejecutó la Confederación Hidrográfica tras la denuncia de Adega y Lugo cara ao Miño.

Para la empresa Inca podría ser jurídicamente relevante también el hecho de que la Confederación no paralizase las obras por mandato de sus técnicos o de sus propios vigilantes a pie de obra, sino tras una denuncia de colectivos ecologistas financiados por la propia confederación. Adega recibió 30.000 euros de la Confederación Hidrográfica en los últimos cuatro años mediante a través de convenios para actividades formativas y ambientales.