Atascos y colas en el «viernes negro»

XOSÉ CARREIRA LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

La avenida Infanta Elena llegó a colapsarse de vehículos en algunos puntos en el día de ayer

26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La tradición yanqui sedujo a los lucenses. Cientos de personas salieron a los comercios de Lugo para encontrar gangas en el «viernes negro». Los descuentos aplicados por los comerciantes fueron un gancho que no había tenido un éxito como el de ayer. Fue tal la concurrencia al centro comercial de As Termas que, por momentos, llegaron a colapsarse algunos tramos de la avenida infanta Elena. Además, los buses de la línea de O Ceao circularon en algunos momentos totalmente repletos.

Quienes a base de márketing implantaron la tradición americana acertaron de pleno porque en algunos casos llevaron a los comercios más público que el primer día de rebajas. Y la concurrencia no solo se produjo en los centros comerciales, el centro de la ciudad también tuvo una gran concurrencia. A las cinco y pico de la tarde había colas en la rúa Montevideo.

Las calles del centro estuvieron más animadas que de lo habitual. «Se chega a vir un día coma o do xoves, non habería nin unha alma», dijo una mujer que estaba en un establecimiento de la rúa de San Pedro, una de las más activas en la jornada comercial de ayer. El frío que empezó a sentirse al ponerse el sol no fue impedimento para que el personal realizase las compras.

Por regla general, los consumidores aprovecharon el descuento para comprar ropa de abrigo y calzado. En el sector los descuentos rozaron el veinte por ciento en algunos casos. «Igual que o primeiro día de rebaixas», advirtió una consumidora.

El hecho de que el día anterior lloviese a mares hizo que subieran espectacularmente las ventas de calzado. «Hubo dos tipos de clientes básicos en esta jornada. Los que buscaban artículos de vestimenta y los que optaron por el ocio, especialmente la electrónica. Claro que también hubo quien aprovechó los descuentos en algunas cadenas para comprar incluso baterías para el coche porque las primeras «xeadas» hicieron estragos», indicó el encargado de una tienda de San Pedro.

«Comprei unha batería electrónica, que son moi xeitosas para ter na casa sobre de todo no inverno porque teño un coche que durme fóra. Custaba 100 euros e aforrei 18 porque tiñan unha promoción de rebaixar o IVE», explicó un vecino de Adai.

En el centro comercial el interés de los consumidores se centró básicamente en las tiendas de la cadena de Amancio Ortega. En alguna de ellas hubo colas en algunos momentos. El descuento en las prendas era del 20%. No era necesario recurrir a la compra electrónica.

Las tiendas de electrónica se convirtieron templos de consumo. «Y yo que quería un viejo aparato de radio con tocadiscos de un anticuario, resulta que no hizo «black friday», dijo una abogada lucense.